El domingo pasado se desataron distintas movilizaciones en Kazajistán, puntualmente en la ciudad de Janaozen de la región de Mangystau. Estos reclamos sociales se iniciaron debido a un aumento en el precio del gas y el petróleo, y, tras diversos mensajes contradictorios, el gobierno decidió dar un paso atrás con el incremento de los precios.
Sin embargo, el malestar de la población continuó escalando y los reclamos se convirtieron en violentos disturbios en busca de diferentes reivindicaciones políticas, tales como un cambio de régimen, la posibilidad de elegir a los gobernadores locales y el fin de la detención y acoso a los activistas cívicos.
El accionar de los civiles llegó a situaciones límites, así puede mencionarse la toma por la fuerza de edificios públicos y del principal aeropuerto del país. Además, ya se han registrado enfrentamientos que involucran intercambios de disparos con caídos tanto del lado de las fuerzas del orden como de los manifestantes. A esto se le suman los saqueadores, que aprovechan la situación y se mezclan entre los activistas.
Hasta el momento se reporta que han fallecido decenas de personas, mientras que las autoridades instan a los ciudadanos a no salir de sus casas, al mismo tiempo que sostienen que llevan adelante una "operación antiterrorista"
Entre las modificaciones llevadas a cabo en medio de las revueltas, una de las más significativas, y que representa un cambio histórico, es la decisión del actual presidente Kassym-Jomart Tokayev de asumir la jefatura del Consejo de Seguridad, reemplazando así Nursultan Nazarbayev. Este último es expresidente del país y llevaba más de 28 años en el poder al momento que cedió oficialmente su cargo, aunque en ningún momento dejó de estar involucrado en las decisiones gubernamentales más importantes.
Pedido de ayuda
Con el objetivo de hacer frente a la crisis, el presidente de Kazajistán le realizó un pedido de ayuda urgente a Moscú, más específicamente a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar que agrupa a seis países ex soviéticos, específicamente Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, y está liderada por Rusia. El envío de las fuerzas tendrá como propósito estabilizar la situación actual en un periodo limitado de tiempo. Por su parte, Rusia solicitó que no haya interferencias desde el exterior.
Precedentes
Si bien las nuevas revueltas destacan por una magnitud y persistencia que no se había visto anteriormente, estos conflictos no son los primeros que tienen lugar en el territorio kazajo. Por el contrario, la situación actual puede interpretarse como una consecuencia de muchos años de protestas reprimidas por el gobierno, junto a una marcada desigualdad social y el mando de un régimen altamente autoritario.
En el pasado se realizaron manifestaciones sin mucho éxito, pero una de las más recordadas y que marcó la historia del país fue una que tuvo lugar en la misma ciudad donde hoy están ocurriendo los nuevos disturbios. En aquellas protestas las autoridades y fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes, incluso al día de hoy no se conoce el número de fallecidos tras esa represión.
