Desarrollo Territorial y Hábitat, Desarrollo Productivo y Obras Públicas son los tres ministerios que vienen mostrando un nivel muy bajo de ejecución presupuestaria después de los dos primeros meses del año. El comentario que se está haciendo generalizado en el mundillo político y empresarial es el de un gobierno en pausa, esperando a ver cómo se encamina la renegociación de la deuda para definir el Presupuesto 2020 y tener en claro así cuáles son los márgenes de acción que tendrá. Sin embargo, las críticas empiezan a apuntar también a cierta lentitud de algunos funcionarios a la hora de tomar decisiones y al desorden que todavía se percibe en muchas dependencias para acomodar las estructuras.
El discurso de hoy de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, en este marco, se espera también que sirva como relanzamiento de la gestión y empiece a marcar con mayor precisión las prioridades. El total de toda la administración está mostrando una ejecución del 11,7% hasta el 26 de febrero. Especialistas recalcan que el ritmo de gastos de los presupuestos no se pueden analizar dividiendo el total en doce meses, ya que hay momentos del año donde el gasto se dispara (junio y diciembre, por ejemplo, con el medio aguinaldo). Sin embargo, este presupuesto tiene la particularidad de que es el de 2019 prorrogado, por lo que las estimaciones no están ajustadas y eso indicaría un porcentaje de ejecución incluso menor.
En este contexto, la inversión en obra pública y los subsidios a la energía vienen mostrando los mayores niveles de retraso. El caso paradigmático es el del Ministerio de Hábitat, que conduce María Eugenia Bielsa, que apenas ejecutó el 0,2% de su presupuesto ($ 55 millones sobre $ 30,7 mil millones). Justamente, dentro del Frente de Todos esa cartera es una de las más apuntadas. Fuentes del ministerio aseguran que a partir de marzo comenzará a verse un salto en la ejecución, que el bajo porcentaje se debe a cuestiones administrativas de cuándo se imputan las transferencias y reconocen que hay demoras en el pago de certificados de obras porque todavía siguen analizando los que fueron aprobados por la administración anterior. Los números marcan que el 80% del presupuesto ejecutado hasta ahora fue para “gastos en personal”.
La respuesta común ante la consulta de PERFIL apunta a las deudas heredadas del macrismo, algo a lo que también apelaba el gobierno anterior apenas asumió. En Hábitat, por ejemplo, dicen que en estos dos meses se pagaron $ 1,2 mil millones de certificados de 2019. Una cosa, no obstante, es un certificado pagado y otra cosa es un gasto devengado cuyo pago siempre termina siendo más adelante, pero en las planillas ya se considera como ejecutado.
“María Eugenia quiso tener todo más armadito y controlado antes de ponerse a hacer cosas”, explica un funcionario al tanto de los movimientos. Distinto es el caso de Gabriel Katopodis, de Obras Públicas, que con las mismas dificultades de ejecución presupuestaria intentó moverse más rápidamente para contener los reclamos de gobernadores. En su caso, en los dos primeros meses apenas ejecutó el 2,3%. El gasto más fuerte de su cartera es el de Vialidad Nacional, que está en 2,5%. Los programas que dependen directamente del ministerio, en tanto, bajan al 1,4%. La explicación que dieron fuentes de la cartera apunta a las dificultades iniciales al tratarse de un ministerio nuevo, conformado por organismos que venían de diferentes áreas, y a que todavía falta que se designe formalmente a funcionarios de subsecretarios para abajo.
Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, explican que varias partidas no se ejecutan de manera mensual y que eso “explica también en parte la baja proporción”. Le suman también a los remanentes de 2019 que tuvieron que pagar este año. Esta cartera muestra una ejecución de apenas el 1,6% y la baja es más pronunciada en la Secretaría de Energía (representa el 90% del total), donde lo devengado, en el marco de las renegociaciones tarifarias y de los subsidios, alcanza apenas el 0,8%.
No son los únicos ministerios que muestran un flojo desempeño. Mujeres, Turismo e Interior, por ejemplo, muestran cifras inferiores al 5%. En todos los casos, la mira está puesta en los comisarios: Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía. Son los encargados de fijar una cuota de ejecución trimestral a cada organismo y un techo financiero que se establece mes a mes. “La cuota, por lo menos del primer trimestre, es restrictiva”, asegura una fuente consultada. Y agrega: “Sobre todo para todo lo que es inversión, porque lo que es sueldos o prestaciones sociales es algo que sale casi automáticamente”. “Se ve un fuerte ajuste en algunas partidas específicas, pero así y todo el gasto primario saltó 50% y tuvimos déficit en enero”, se lamenta el economista Matías Surt al analizar los números.