Una protesta contra el FMI, el primer reclamo piquetero opositor y un paro con movilización marcarán la primera semana de protestas callejeras que enfrentará el Gobierno. Tras dos meses de gestión, algunos sectores decidieron que llegó la hora de marcar diferencias con el Ejecutivo, mientras que otros mantienen su apoyo al Presidente, aunque creen que deben llevar su reclamo contra el FMI.
La Unión de Trabajadores de la Economía Popular, el nuevo sindicato formado por las organizaciones sociales del Triunvirato de San Cayetano, anunció que se movilizará contra la misión del FMI el próximo miércoles. La Utep lanzará así su primera Jornada Nacional de Lucha contra la visita de los representantes del organismo financiero internacional. Este sector forma parte de la coalición oficial y está incluso integrado en varios ministerios, como Desarrollo Social y Agricultura. Pero también tiene una agenda propia y tensión con otros componentes de la coalición, como algunos intendentes y gobernadores.
En un comunicado, la UTEP advirtió que “la economía popular se movilizará en todo el país para exigir que se hagan cargo de la deuda los que se favorecieron con ella a través de la especulación financiera y la fuga de capitales en la gestión macrista”. Además, indicaron que el Fondo “es cómplice de esta situación, lo dijimos con el cuerpo y en la calle desde el primer día que pisaron el país, siempre supimos cómo terminaban esos préstamos”. El lema de la movilización convocada para el próximo miércoles, en el Obelisco a las 16, será “la deuda es con el pueblo”.
Un día antes lanzarán su propia jornada de protesta los piqueteros más duros, que irán con consignas claras contra el Gobierno. Entre otras organizaciones, participarán el Polo Obrero, el MTR y el MST Teresa Vive. “No vinieron a poner plata en el bolsillo de las y los trabajadores sino en las arcas del FMI y los especuladores financieros”, denunciaron en un comunicado donde indicaron que se concentrarán a partir de las 10 del martes frente al Obelisco. La consigna será “a 60 días sigue el hambre y la pobreza”.
El panorama se completa con otra protesta también convocada para el martes, por parte del sector disidente de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el mismo que protagonizó la violenta toma del edificio del gremio de los colectiveros en diciembre. Ahora llamaron a un paro con movilización en reclamo de más seguridad para los conductores y contra el liderazgo de Roberto Fernández. Los delegados disidentes controlan la firma DOTA y otras líneas del Conurbano, por lo que se descuenta que, junto con los piquetes opositores, traerán algunos problemas para transitar el próximo martes.