Es el más lúcido de la agrupación, el que planea las estrategias y define los nombramientos. Su perfil.
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Cedoc
Eduardo “Wado” de Pedro tiene 34 años y es hoy el cuadro más preciado de La Cámpora, la agrupación juvenil que creó Máximo Kirchner. Inteligente y hábil para moverse, Wado logró lo que pocos consiguieron en el Gobierno: línea directa con Cristina Kirchner. Es abogado, tiene un máster en la Universidad de San Andrés y, aunque cultiva el bajo perfil, cosecha mucho poder.
Cristina lo escucha, y dice el mito en la Casa Rosada que el vicepresidente de Aerolíneas Argentinas le sugiere nombres para incorporar al gabinete o al esquema del oficialismo como parte de la renovación política. Se le atribuyen, al menos, una designación y una postulación: la del secretario de Justicia, Alejandro Julián Alvarez (29), y la de Axel Kiciloff (39), un economista propuesto por la Anses para reemplazar a Aldo Ferrer en Siderar como director estatal. Alvarez era su socio en el estudio jurídico. Kiciloff comparte con él el cargo en Aerolíneas, como secretario de Finanzas.
“Con Cristina tuve la suerte de dialogar mucho, es una persona especial, tiene una capacidad y una memoria increíble, hasta me pregunta por mi familia, por el juicio”, le dijo al diario El Nuevo Cronista de Mercedes, distrito donde pasó su infancia.
Esta semana, la revista Debate publicó otro reportaje en la que Wado explicó por qué se pretende demonizar a la juventud. “Con Néstor y Cristina, la política volvió a ser una la herramienta de transformación de la realidad y la juventud se sintió muy identificada con este proceso. Esto, evidentemente, asusta a muchos sectores con poder que, ante la imposibilidad de discutir con éxito el sentido de fondo de las acciones del Gobierno, se lanzan a la demonización de la juventud”, manifestó.
