Ambos, Bartolomé Mitre y Diego Maradona, murieron un día 25. El primero falleció en marzo; el segundo, en noviembre. A Mitre lo despidieron muchos en la sección más leída del diario que creó su familia, los avisos fúnebres. Y su familia, en el cementerio de la Recoleta. A Maradona, el país entero, con altares espontáneos en muchos rincones del planeta y más de 500 tapas de medios del todo el mundo. Y así como en el plano de la muerte la naturaleza hace su trabajo y no distingue clases sociales, en otro, más visible y mediático, el devenir de las complicadas “herencias M” -la de Mitre y la de Maradona- exhibe similares características.
Es decir, casi no muestra comportamientos diferentes. A la vista, las sucesiones de Bartolomé Mitre y de Diego Maradona no resultan del todo ordenadas. Por eso, se perciben de lenta y complicada resolución en el corto plazo.
En parte, porque ambos pater familie parecen no haber dejado todos los papeles acomodados, y pareciera complicado detallar todos los bienes a repartir entre sus varios herederos y herederas.
En el caso de Bartolomé Mitre, a nueve meses de su muerte, se estuvo a punto de llegar a un primer acuerdo para cerrar 2020 con algo de liquidez tangible para sus cinco hijos herederos. Pero a la hora de la firma, uno de ellos dio marcha atrás y será difícil que los respectivos WhatsApp reciban mensajes fraternales de “¡Feliz 2021!”.
Mientras se sigue la investigación sobre las tres cuentas off shore que el ex director de La Nación tenía en dos bancos suizos y cuyos fondos pudo haber migrado a cuentas en Estados Unidos.
En el caso de Maradona sucede algo similar respecto de los bienes que tendría repartidos en los distintos lugares donde vivió y trabajó los últimos años.
Con Maradona en vida, sus hijos e hijas -al menos la de los cinco cuyas caras se conoce públicamente y en redes sociales- nunca tuvieron una relación de “hermandad clásica”. Sin embargo, en este devenir hereditario, en algunos puntos acordaron y sobre todo, no se inculparon en los medios con acusaciones cruzadas.
La herencia de Diego Maradona: una fortuna en propiedades, contratos e inversiones
En el caso de la “hermandad Mitre”, la postal de la familia con los cinco hijos unidos alrededor del líder del clan Mitre, se decoloró tras su muerte.
Así, la prosapia declamada de un apellido centenario que por momentos, manejó la historia de Argentina y se benefició de eso por décadas y aún hoy lo hace, y el apellido de un chico de Villa Fiorito que se convirtió en ídolo, mito y leyenda mundial, se cruzan hoy en la Justicia a un mismo nivel para defender respectivos legados -herencias- que consideran les corresponde.