Diego Armando Maradona falleció este miércoles 25 de noviembre a los 60 años, tras un paro cardíaco. Se descompensó antes del mediodía en su casa, lo que provocó que al menos diez ambulancias llegaran al lugar, aunque no lograron reanimarlo.
En los últimos años, Maradona atravesó diversos problemas de salud: el más reciente fue semanas atrás, cuando fue intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural, del que se encontraba recuperándose en su casa de Nordelta, en la zona norte del conurbano bonaerense.
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Aislamiento por contacto con covid-19
A finales de octubre, el entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata fue aislado de manera preventiva e hisopado por segunda vez por covid-19, tras mantener contacto con uno de sus colaboradores que tuvo síntomas compatibles con la enfermedad.
El 30 de octubre pasado, en el día de su cumpleaños número 60, Maradona fue homenajeado por la AFA, por el presidente Claudio Tapia, y la Liga Profesional, en presencia de Marcelo Tinelli, en el estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Con visibles molestias para caminar y con cierta dificultad para desplazarse, poco después fue retirado del lugar por sus colaboradores debido a su delicado estado de salud.
Murió Diego Maradona: tuvo un paro cardiorrespiratorio
Internaciones y cirugías
Días después, el 2 de noviembre, fue internado para realizarse chequeos y estudios. Su médico personal, Leopoldo Luque, detalló que Maradona tenía un cuadro de deshidratación y anemia. "Está anémico y un poco deshidratado. Queremos mejorarlo todo lo que se pueda. Necesitamos un poco más de tiempo", dijo Luque ante la prensa.
Horas más tarde, se conoció que le detectaron un hematoma subdural en el costado izquierdo de su cabeza, y fue intervenido de urgencia en la Clínica Olivos. Por esos días, se hablaba de que su estado anímico también estaba afectado por la imposibilidad de poder salir demasiado, debido en parte a ser paciente de riesgo y tener que cuidarse de contraer Covid-19, y también porque luego de operarse de las rodillas en 2019, la rehabilitación que llevó adelante no dio los resultados que el propio ex jugador esperaba.
A principios de 2019, Diego Maradona tuvo además una operación programada para sanar un sangrado estomacal, que los médicos concluyeron que había sido provocado por el cinturón gástrico que tenía puesto, motivo por el que decidieron sacárselo.
La operación generó polémica y múltiples versiones, ya que en un principio se informó que tenía una hernia y que estaba en mal estado. Fue su hija Dalma, en principio, quien desmintió esas versiones, y luego él mismo dio una entrevista y dijo no poder creer “todas las mentiras que se estaban inventando” sobre su diagnóstico.
Historia clínica
Más atrás en el tiempo, en el 2000, durante unas vacaciones en Uruguay, tuvo una crisis hipertensiva y un cuadro de arritmia ventricular provocado por el consumo de drogas. Tras algunos años en Cuba donde se estuvo en rehabilitación por su adicción, en 2004 y ya de regreso en Buenos Aires, tuvo nuevamente una crisis hipertensiva, con un cuadro de cardiopatía agravado por una infección pulmonar. En 2007, se le diagnosticó hepatitis química, aguda y tóxica asociada al exceso de alcohol, que le provocó una inflamación del hígado.
Le quitaron el cinturón gástrico a Maradona, que tenía desde 2005
En 2020, durante la cuarentena por la pandemia, Maradona se sometió a una dieta y logró bajar 12 kilos, aunque trascendía que su ánimo no era el mejor. Su adicción a las drogas y los cambios constantes en su peso perjudicaron su salud y son parte de su amplio historial médico, más allá de las lesiones que sufrió como futbolista profesional.
En las últimas semanas, la familia y los médicos del Diez habían decidido tras la cirugía que fuera trasladado a la casa del partido bonaerense de Tigre, hasta tanto pudieran decidir el mejor tratamiento para rehabilitarlo de su adicción al alcohol y su dependencia a los fármacos.
AG