En la Clínica Olivos, Diego Maradona se sometió ayer a una operación programada para sanar un sangrado estomacal. Lo descubrieron la semana pasada en un chequeo de rutina y, tras varios análisis, los médicos concluyeron que la herida había sido provocada por el cinturón gástrico que tenía puesto. Por ese motivo decidieron sacárselo.
La intervención fue sencilla y no conlleva daños graves. Por lo tanto, el posoperatorio es rápido. Si la recuperación se da como está planeada, el técnico de Dorados de Sinaloa podría viajar dentro de dos días a México para retomar su trabajo con los jugadores del plantel. Desde la institución explicaron que lo esperarían y mientras tanto su lugar es ocupado por un auxiliar.
La operación de Maradona generó muchas polémicas ya que en un principio se informó que tenía una hernia y que estaba en mal estado. Sin embargo, fue su hija Dalma la encargada de desmentir todas esas versiones. Luego de los análisis, él mismo dio una entrevista y dijo no poder creer “todas las mentiras que se estaban inventando”. Luego se preparó para el bautismo de su nieto Diego Matías, hijo de Diego Jr., donde se mostró en buen estado y contento.
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Una semana más tarde, el sangrado estomacal está curado y el Diez dejaría el país en las próximas horas. Sin embargo, deberá volver a realizarse análisis para ver cuándo volverán a ponerle el by-pass gástrico que necesita para regular su peso. A eso se sumarán los estudios por la artritis que afecta una de sus rodillas y que el año pasado lo obligó a caminar con bastón durante bastante tiempo. En este caso, la situación es más urgente porque le provoca mucho dolor y problemas para desplazarse.
