Si algo le faltaba a este diciembre en que el fútbol tuvo una presencia global por la apasionante final del Mundial de Qatar, es la muerte de sus leyendas: Edson Arantes do Nacimento, es decir, Pelé. A un Brasil que comenzará el primer día de 2023 con la asunción de Lula como presidente –por tercera vez– le seguirán dos días en los que ese pueblo latinoamericano asistirá el lunes a un velorio en el estadio de Santos, el club del que Pelé fue figura, y al día siguiente saldrá de allí un cortejo fúnebre que recorrerá las calles de esa ciudad para terminar el recorrido en el cementerio Memorial Necrópole Ecuménica.
Por supuesto en redes sociales, los adioses aparecieron apenas se supo su muerte. Lula, por ejemplo, escribió: “Tuve el privilegio que no tuvieron los jóvenes brasileños: vi jugar a Pelé, en vivo, en el Pacaembú y Morumbí. Jugar, no. Vi a Pelé dar un espectáculo, porque cuando le llegaba el balón siempre hacía algo especial, que muchas veces terminaba en gol”. Xuxa, quizá su pareja más mediática, también estuvo presente en un mensaje para los deudos de Pelé: “Márcia, Kelly, Edinho, Jennifer, Joshua, Celeste y familia, nietos, sobrinos, Lucía y todos los que estuvieron al lado de Dico, mi afectuoso abrazo. Que el dolor de la pérdida se convierta en buenos recuerdos… Márcia, que Dios te dé la templanza que necesitás”.
En sus 82 años, además de todos sus logros deportivos como, por ejemplo, ser el único jugador en ser tres veces campeón en un Mundial de Fútbol, Pelé se casó tres veces y reconoció a siete hijos. A los 26 años, se casó con su primera esposa, Rosemeri Cholbi, y en 16 años tuvieron tres hijos. Su segundo matrimonio fue a sus 53 años con la cantante de góspel Assiria Seixas y tuvieron mellizos. A los 76, conoció a Marcia Aoki –25 años menor que él– y a quien definió como “la última gran pasión de mi vida”.