La presente edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente llega hoy a su fin. Pero además de las 400 películas y la visita de lujo de Nanni Moretti, el final del evento cinéfilo por excelencia implica también la premiación a sus varias competencias. Ayer, el director artístico Javier Porta Fouz, junto al equipo de programadores, hizo oficiales los muchos premios del festival.
Por la Competencia Oficial Internacional, el jurado integrado por Amy Nicholson, Andrea Testa, Denis Coté, Nicolas Wackerbarth y Julio Hernández Cordón decidió premiar como Mejor Película a Niñato, del español Adrián Orr. El premio especial del jurado fue para Viejo calavera (Bolivia-Qatar), de Kiro Russo. Una película que ha ganado muchos fanáticos en esta edición y que también fue una sorpresa en el Festival de Berlín fue Estiu 1993, que le valió el premio a Mejor Dirección a Carla Simón, quien venía de ganar en el certamen alemán el premio a la mejor ópera prima. La categoría de actuación sufrió una modificación. En lugar de ir a los clásicos Mejor Actor y Mejor Actriz se decidió, por parte del jurado, premiar la Mejor Actuación Individual y la Mejor Actuación de Elenco. El primero fue para Daniela Castillo, por su labor en la chilena Reinos, de Pelayo Lira. El segundo para el cast de una de las dos películas argentinas en la Competencia Internacional (en este caso coproducida junto a Paraguay): Hoy partido a las 3, de la directora Clarisa Navas. La mención especial del jurado fue para Arábia, de Alfonso Uchôa y João Dumans.
La Competencia Argentina, una de las más importantes del festival ya que presenta varios estrenos nacionales y es la puerta de entrada de varios films que serán noticia durante el resto del año, fue ganada por la película La vendedora de fósforos, de Alejo Moguillansky, quien ya ganó en dos ocasiones a Mejor Película en 2009 con Castro y en 2014 con El escarabajo de oro. La mención especial dentro de esa sección fue para Una ciudad de provincia, de Rodrigo Moreno. El premio a la Mejor Dirección en la misma competencia fue obtenido por Toia Bonino, por su crudo documental Orione, una de las sorpresas de esta edición.
La Competencia Oficial Latinoamericana, una de las más nuevas del festival, fue ganada por A cidade do futuro, film brasileño de Cláudio Marques y Marília Hughes. Y Mejor Director fue Javier Izquierdo, responsable de Un secreto en la caja (Ecuador-España).
La sección Vanguardia y Género, donde conviven ambos extremos del cine, posee diferentes premios. Como Gran Premio que mezcla largos y cortos, Ceux qui font les révolutions à moitié n’ont fait que se creuser un tombeau (“Los que hacen revoluciones a medias sólo cavan su propia tumba”), de Mathieu Denis y Simon Lavoie (Canadá), fue ganadora. El Mejor Largo fue para Adiós entusiasmo, de Vladimir Durán, que también tuvo gran repercusión en la Berlinale 2017.
Como Mejor Corto de la sección se alzaron con el premio dos trabajos: Nuestra amiga la luna, de Velasco Broca (España), y La disco resplandece, de Chema García Ibarra (Turquía-España). Dentro de las competencias oficiales, la sección Derechos Humanos premió a la norteamericana Tonsler Park, de Kevin Jerome Everson, y le dio una mención a El pacto de Adriana, de Lissette Orozco.