Luego de un año y medio de relación, el doctor Alberto Cormillot y su novia, Estefanía Pasquini, se casan mañana por civil. La ceremonia se llevará a cabo en un salón y solo estarán presentes los familiares y amigos más íntimos de la pareja. Desde el principio, el objetivo de ambos fue mantener un bajo perfil con respecto a su noviazgo, y por ese motivo los invitados tendrán que usar sus celulares “sólo como teléfono, nocomo cámaras o filmadoras”. Además, con esto buscan que sus invitados estén concentrados en disfrutar junto a ellos y no en las pantallas de sus dispositivos.
De esta manera, Cormillot y Pasquini oficializan el romance que se inició en la clínica de él, donde ella trabaja asesorando a pacientes ya que es licenciada en Nutrición. Fue el doctor quien dio el primer paso y la invitó a salir, y desde ese momento no se separaron más. Comenzaron con salidas discretas, luego se presentaron a sus respectivas familias y a principios de este año empezaron a tomar una postura un poco más pública. De todas formas, nunca realizaron una entrevista hablando sobre ellos porque prefieren mantener la relación lo más lejos posible de los medios.
Con el paso de los meses continuarían con el noviazgo y llegaría la convivencia. También hicieron viajes a Disney, a Cuba, a Escocia, y uno muy especial a Las Vegas. Este último fue hace poco y para participar de un congreso de nutrición pero aprovecharon que se encontraban allí para casarse por primera vez en una de las tradicionales capillas de esa ciudad. La misma se llama Graceland Wedding Chapel, y un ministro caracterizado de Elvis Preysler fue el encargado de “formaliza”la unión.
Sin embargo los dos querían darle un marco de legalidad a su relación en Argentina y por eso decidieron hacer otra ceremonia con festejo incluido. A la misma solo irán adultos ya que la pareja pidió en la invitación que los niños no estuvieran durante el evento. Más allá de eso, no hubo otros requerimientos para quienes asistan salvo el menciondo uso limitado del celular.
Ultima fiesta solos. El sábado pasado por la noche tanto Cormillot como Pasquini tuvieron sus resectivas despedidas de solteros. Las salidas fueron por separado y cada uno estuvo acompañado por sus amigos más íntimos.
En el caso de él, se juntó a comer con un grupo reducido de amigos entre los que se encontraban periodistas y su profesor de tap. La reunión fue en un restaurante ubicado en Arcos del Rosedal y, fiel a su estilo reservado, Cormillot utilizó una gorra durante toda la noche para no ser reconocido.
En el caso de ella, fue junto a un grupo más grande de amigas a un bar de la zona de Palermo, donde se divirtieron y bailaron durante toda la noche. Una vez finalizadas las fiestas individuales, retornaron a la casa que comparten y en la cual continuarán viviendo.