La sorpresiva aparición de carpinchos en Nordelta fue uno de los temas de la semana. Y como a veces sucede con algunos sus habitantes y algunas situaciones que suceden en esa urbe creada por Eduardo Costantini, se formó una divisoria de aguas. La naturaleza se manifestó, como viene sucediendo últimamente en distintas partes del mundo, y a falta de grietas se sumó una más. Ayer, el empresario hizo pública su postura respecto de esos mamíferos con una frase sencilla que posteó en redes sociales: “Los carpinchos son seres indefensos y divinos que necesitan el cuidado y el amor de todos nosotros!!”. Al menos en ese ecosistema online, la mayoría de las interaccciones a su publicación fueron positivas. Resta por ver qué sucedería con aquellos que se han “horrorizado” por la “invasión” animal.
Fuera de ese escenario, Costantini informó la inversión en arte que hizo entre 2020 y lo que va de 2021 para su colección particular: 25 millones de dólares. Esa cifra representa 21 obras de artistas latinoamericanos. Como en su mayoría fueron compradas a coleccionistas privados, en algún momento es muy probable que las mismas pasarán a exhibirse en público después de estar treinta años colgadas para ser vistas por unos pocos. Así, obras de Wilfredo Lam, Remedios Varo, Mario Carriño, Alice Rahon y varios otros, llenarán –cuando Costantini lo decide– las salas del Malba. En un momento, empresario donó unas doscientas obras a la fundación del Malba, a la vez que inició la colección estrictamente personal. Desde que tomó dicha decisión, prestó muchas obras para la llamada colección permanente del Malba. Su idea es que deje de ser un "museo familiar" y ese fue el motivo por el que se nombró presidenta a Teresa de Bulgheroni. Y a su vez se están sumando nuevos miembros –no familiares– al board del Malba.
