El bajo perfil que supo mantener durante décadas Alfredo Román, uno de los millonarios más importantes del país, pareció estar sentenciado a desaparecer cuando este verano se hizo público su romance con la popular productora Cris Morena. En gran parte por esa exposición que ambos intentan evitar, según cuentan amigos de la pareja, la relación comenzó a tambalear y es un hecho que ambos ya no siguen juntos. Ninguno de los dos quiso dar a conocer el noviazgo cuando se gestó, y hoy, en la misma línea, evitan comentar formalmente que están separados. Mientras los asesores de Román aseguraron a este diario que “mantienen un vínculo de adultos”, amigos íntimos de ambos afirman que la relación no prosperó.
El romance había sido festejado en el entorno de Cris Morena, después de los duros años que ella tuvo que afrontar tras la muerte de su hija, Romina Yan, en 2010. La productora se abocó al cuidado de sus nietos, Franco, Valentín y Azul; y después de pasar por relaciones que finalmente no prosperaron, conoció a Román.
Uno de sus primeros encuentros fue en la ex mansión del embajador de Francia en San Isidro, conocida en la zona como Villa Martínez, que el empresario compró el año pasado por casi 15 millones de dólares. Pasaron fin de año en Punta del Este y festejaron juntos el cumpleaños 71 del “zar de las grúas” en Uruguay. “Recién se están conociendo”, era la frase con la que insistían sus allegados. Ninguno de los imaginó que podían ser fotografiados en las arenas esteñas; cada salida era sumamente planificada y evitando que trascendiera alguna información. “Fue un terrible descuido”, sintetizaban del lado del empresario, quien desde antes de comenzar el romance ya había quedado impresionado con la trayectoria y el compromiso de Cris. “Ambos iniciaron a partir de ese momento una amistad interesados en contribuir con la sociedad argentina, especialmente con los jóvenes que están erradicados del sistema, que se levantan cada mañana, no estudian, no tienen trabajo y no lo buscan. Ellos sienten que pueden hacer algo para paliar de alguna manera esta situación”, contaba a PERFIL una persona allegada al empresario.
Zar. Román ocupa el puesto número 11 entre los argentinos más ricos, con más de mil millones de dólares de fortuna según la revista Forbes. Tuvo su primer camión a los 18 años y no paró de crecer hasta convertirse en líder en transporte, logística y construcción, entre otros negocios en los que se diversificó en los últimos años, como las finanzas, los seguros y los puertos. Es divorciado, tiene seis hijos y no disfruta de la ostentación excéntrica, aunque se da algunos lujos, como andar en un Porsche. En el libro que publicó en 2012, El legado, escribió sobre su sueño de construir una sociedad mejor, basada en la ética y las instituciones, una filosofía que conmovió a Cris Morena. La confianza para ir detrás de los sueños es uno de los ejes de todas sus tiras televisivas, que terminan siendo marcas registradas de la productora, principalmente enfocada a adolescentes.
Aunque cada vez más gente cercana a Alfredo Román y Cris Morena lo sabe, la confirmación formal de que la pareja llegó a su fin parece que se demorará. Con el regreso de Aliados, desde la productora de Cris Morena intentaron que el dato de la ruptura no trascienda. “Nadie quiere que la vuelta de Aliados se opaque por rumores de ruptura”, dicen en el entorno de Cris Morena. Mientras que fuentes de la Organización Román insisten con que oficialmente el discurso es que “no hay cambio alguno en su relación”.
Negocios y amor
Nadie duda del potencial que Cris Morena tiene como productora de tiras destinadas en su mayoría al público adolescente. Este domingo, justamente, se estrena la segunda temporada de Aliados, que, al igual que la primera, incluye “webisodios” para seguir por internet, y además será transmitida por Fox en Latinoamérica. Cris Morena dedicó mucho tiempo al desafío de afrontar la segunda vuelta de esta serie para mantener el nivel que la convirtió el año pasado en un gran éxito, y después de haberla presentado esta semana ante la prensa tiene confianza en que así sea. Son varios los éxitos que Morena acumula en su haber: entre ellos se encuentran Chiquititas, Rebelde Way, Casi ángeles, Floricienta y Amor mío. Sin embargo, en el plano del amor no le ha ido tan bien: luego de haber estado casada con Gustavo Yankelevich, entre 1972 y 1975, tuvo varios romances que no prosperaron, entre ellos con Víctor Bo y Fernando Espinasse, quien fue su apoyo incondicional cuando, en 2010, falleció inesperadamente su hija, la actriz Romina Yan.
