Está entusiasmada, y no se trata de la emoción que aún le causa la reciente reelección como presidenta de Brasil. La felicidad de Dilma Rousseff pasa por ese lado tan añorado por la mujer en general: la imagen. Los resultados hasta ahora son positivos: en casi un mes, la mandataria bajó seis kilos gracias a un régimen que está siguiendo y que lleva la firma del argentino Máximo Ravenna.
El conocido médico estará viajando la semana próxima a Brasil para encontrarse con su equipo, que allí reside. “Espero poder ver a Dilma el martes; todo depende de su agenda, ya que después de Navidad se va de vacaciones a una isla”, comenta expectante a PERFIL Ravenna. Según publicó el diario Folha de São Paulo, fue la ministra de Agricultura, Kátia Abreu –quien se encuentra maravillada haciendo esta dieta– la que le recomendó a Rousseff que comience cuanto antes. El método Ravenna supone dejar de comer alimentos elaborados con harinas blancas, así como dulces y carbohidratos. “Es una dieta simple, sin nombre, con un plan alimentario adaptado a cada persona, a cada edad, actividad y nivel de estrés que tiene en su vida”, agrega el doctor.
Dieta. Dilma ya comenzó este régimen, basado en una alimentación equilibrada con cierto predominio proteico en la primera etapa. “Es una dieta que tiene muy pocos alimentos con harina y nada de alimentación procesada. Incluye carnes, lácteos y vegetales. Y sobre todo, con pocas cosas dulces. Estamos trabajando mucho sobre el estímulo del dulzor ya que el azúcar, y los edulcorantes en general, no son buenos. La dieta tiene que ser agradable, aunque busca no incitar el deseo de comer”, agrega Ravenna.
Según el médico argentino, su equipo hará hincapié en el ejercicio físico en una segunda etapa. “Están trabajando con una seriedad impresionante. Es importante también el trato. Ellos la tienen como una ídola y tienen temor de meter la pata, de terminar reverenciándola. Yo ya les dije que no tienen que perder de vista que lo más importante que ella pide es la firmeza, que no se la consienta, ya que además de presidenta no deja de ser persona. Y que no va a pasar nada si la presidenta protesta porque tiene ganas de comer algo que no debe; ellos saben que tienen que actuar como con una paciente más”, agrega a PERFIL Ravenna, quien detalló que Dilma debe llegar a bajar 15 kilos.
“Ella es una persona fuerte, sana, lo va a lograr. Pero tiene que ser constante; tiene un tipo de gordura abdominal, bien torácica, típica de la edad posmenopáusica, y está bien que busque cuidarse”, finaliza el doctor.