El dicho menciona que los goles no se gritan antes de tiempo. Ni en el fútbol ni en la vida. Y los fans de Britney Spears, y también algunos medios de comunicación, celebraron algo que todavía no ocurrió. En las últimas horas trascendió que Jamie Spears, padre de la cantante y su guardián legal, dejaría la tutela que tiene sobre su hija. Esto es algo que Britney busca desde hace varios años porque, según sus declaraciones ante la jueza de la causa, “su padre la tiene secuestrada emocional y económicamente”. La historia se remonta a 2008, cuando ella sufrió un colapso debido a sus adicciones y una enfermedad relacionada a su salud mental. Desde entonces, su padre es quien maneja todos los asuntos relacionados a su economía y su carrera. Sin embargo, la cantante indica que una vez recuperada él utilizó ese poder legal para tomar decisiones sobre su vida privada, robarle dinero y obligarla a realizar trabajos y acciones que ella no quería hacer.
Luego de una larga batalla judicial, Britney Spears logró una audiencia con la jueza y un requerimiento legal para que su padre fuera reemplazado. Por ese motivo, Jamie aseguró que está dispuesto a dejar su rol “cuando el tiempo sea el adecuado”. Lo que no significa que lo vaya a hacer pronto e, incluso, sus abogados continúan asegurando que no hay nadie mejor que él para cuidar de su hija. Por el momento, no hay avances en la causa, que tiene lugar en Estados Unidos y que se viene desarrollando durante los últimos meses. La decisión final sobre la tutela de Britney la tiene la jueza, quien dará a conocer el fallo el próximo 29 de septiembre.