El intento por buscar un ambiente de cierta normalidad propia a una joven de 19 años duró menos que poco. Amalia, princesa de Orange y primera en la línea de sucesión al trono de los Países Bajos, tuvo que dejar archivada su intención de cursar la facultad y de cohabitar un departamento estudiantil. Podría decirse que ese era un “experimento” que estaba signado por el fracaso, por más idea que la monarquía tuviera de que esa experiencia serviría para acercar a Amalia a un universo acorde a su edad y, a su vez, para mostrar que es viable achicar la distancia que hay entre “la corona” y “los plebeyos”. Difícil desafío para quien se llama Catharina-Amalia Beatrix Carmen Victoria y para quien tuvo su destino prefijado desde el vientre materno: ser reina.
Y para empezar su formación “en territorio”, Amalia está en su primera gira oficial de casi dos semanas –concluye el jueves 9 de febrero– junto a su padre y madre. Como dice el comunicado oficial, es una “visita dedicada a la introducción de la princesa de Orange en la parte caribeña del reino”.
Amalia y el Caribe Holandés: el debut de la hija de Máxima Zorreguieta como Princesa de Orange
No es casualidad. Bonaire, Aruba, Curazao, Saint Maarten, Saint Eustatius y Saba son “la parte caribeña del reino”. Es decir, son precisamente donde la corona de los Orange tenía sus colonias y esclavos que alimentaron con creces sus arcas y fortuna. La elección de estos destinos en este didáctico debut quizá no sea casual. La monarquía de Países Bajos comenzó a ponerse a tono con cierto cambio de época y hace muy poco inició una revisión de su pasado esclavista aceptando algún tipo de mea culpa –siglos después– de las atrocidades cometidas por sus antepasados en los territorios de ultramar. Esta revisión llevó a organizar exposiciones y hasta incluso a dejar de utilizar un carruaje de los más importantes que tiene la familia Orange porque en sus laterales tiene una pintura donde muestra a una mujer esclava en una situación poco acorde con este revisionismo histórico. De hecho, en esta gira oficial, el primer lugar que visitó Amalia junto a sus padres fueron las chozas de esclavos de Witte Pan, una “instalación” que simboliza el pasado de esclavitud de Bonaire.
Desafío. El resto de la agenda oficial de este viaje “a la parte caribeña del reino” fue por demás colorido y de mucha intensidad para quien será la futura reina. Una que se prevé deberá combinar la preparación lógica que se presume implica ser la cabeza de la monarquía con el carisma que le imprimió a los Orange la llegada de Máxima.