Jorge Romanov ostenta el título de gran duque aunque en la Unión Soviética los zares o cualquier vestigio de monarquía sólo está en los libros de historia. Pero una pomposa boda sacó del olvido a los Romanov a 104 años del asesinato del último zar ruso y su familia.
En la catedral de San Isaac, el templo ortodoxa ruso más suntuoso de San Petersburgo, se realizó la boda de Jorge Romanov con Rebecca Betttarini. La pareja ya había formalizado el matrimonio el pasado 24 de septiembre pero esta fue la ceremonia religiosa que cerró dos días de festejos. La alta sociedad rusa, además de otros nobles que como los Romanov que perdieron sus "tronos, reinos y coronas" pero no sus fortunas, participaron de esta ceremonia. Un hecho social que, dado los personajes y el país, parece una película.
La última gran boda real que tuvo lugar en Rusia fue la del zar y su novia alemana, la princesa Alix de Hesse, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. La misma se hizo en el Palacio de Invierno de San Petersburgo el 26 de noviembre de 1895. Otras bodas reales rusas importantes fueron las de la hermana menor del zar, la gran duquesa Olga, en 1901, y la de su hermano menor, el gran duque Miguel, en 1912. Hubo anillos de boda de Fabergé, apellido de Peter Carl, el famoso joyero de los zares. Incluso estuvo presente en la ceremonia y festejos, su bisnieta Sarah Fabergé. Además una tiara de Chaumet para reforzar el fasto de la novia. Y el banquete estuvo a cargo de Yevgeny Prigozhin, chef de Vladimir Putin.
Este gran duque Jorge Romanov, es el único hijo de la gran duquesa María Vladimirovna y el príncipe Franz Wilhelm de Prusia, y a su vez es el tercer bisnieto del emperador Alejandro II de Rusia. Su ahora esposa, Rebecca Bettarini, es hija de Carla Virginia Cacciatore y del diplomático italiano Roberto Bettarini. Rebecca a su vez, directora de la Fundación Imperial Rusa pero cambió su nombre a Victoria Romanova al adoptar la de fe religiosa de su familia política, la ortodoxa rusa.
Jorge Romanov nació en Madrid el 13 de marzo de 1981; vivió entre España y Francia, y se educó en Oxford. En 1992, es decir los 11 años visitó por primera vez la Unión Soviética pero desde hace unos años vive en Moscú. Allí, publican medios especializados, trabaja en proyectos filantrópicos. “Este fue el primer lugar de Rusia al que regresamos. Esto es muy, muy cercano a la familia. (…) El espíritu ortodoxo y la historia de nuestro país, tradiciones, cultura: estas eran conversaciones constantes en casa. Mi abuelo siempre trató de mantenerse en contacto con algunos rusos tanto en Rusia y Francia, para apoyar proyectos caritativos”, declaro Romanov al sitio web de noticias ruso Fontanka.ru.