A dos meses de tener a Francisco Fernández, la primera dama Fabiola Yáñez luce una figura impecable. Razón más que sobrada para que el común de las mujeres nos preguntemos: ¿cómo lo logró? En honor a la verdad, la primera dama siempre se mantuvo en un peso óptimo y de seguro continuó con una gimnasia adecuada para su estado durante los meses de gestación.
Se la vio con un look elegante y sentador, con vestidos al cuerpo, entallados y que realzaron su figura de madre. Atrás quedaron los vestidos bobos y los cortes princesa para las embarazadas.
Lejos de esconder su pancita, Fabiola eligió realzar su figura de embarazada
"Todos los vestidos que luce hoy Fabiola Yáñez fueron realizados con las medidas que tomamos antes de que quedara embarazada", cuentan a Perfil desde su círculo íntimo.
"Fabiola volvió exactamente al mismo talle que tenía antes de dar a luz a Francisco", aclararon. Un hecho que se pudo apreciar en el primer acto oficial al que asistió, la Cumbre de presidentes de Argentina y Paraguay, donde acompañó al presidente Alberto Fernández.
Para el evento lució con un traje de la diseñadora Cynthia Martos en off white, chaqueta corta en jackard y traba con botones bijou y pantalones amplios.
Yáñez sorprendió también con su escultural figura en la Cumbre de las Américas, que se llevó a cabo en la ciudad de Los Ángeles, EEUU. Sus seguidores de IG no dejaron de elogiarla y coincidieron en que a Fabiola la maternidad la ha favorecido y se la ve en total plenitud.
La genética, la gimnasia y la vida sana son fundamentales a la hora de “recuperar el cuerpo anterior al embarazo”. Sin embargo en las redes nunca faltan detractores que hicieron alusión a otro tipo de recursos utilizados para estilizar la figura: la cirugía.
En la Cumbre EEUU, con un elegante vestido de brocatto violáceo y estampa en degradeé de Laurencio Adot.
El “Mommy makeover”
¿A que se refieren los que hablan de cirugía? Actualmente entre las mujeres de nivel socio económico medio-alto u alto es muy requerida la “Mommy makeover”. Esta cirugía es la que eligen las figuras públicas - y no tan públicas- para las que la exigencia de verse diez puntos inmediatamente no se lleva con los tiempo de la naturaleza.
La práctica tiene un costo de 10.000 dólares aproximadamente y con ella se obtienen muy buenos resultados: reacomodan los músculos y tejidos y se sacan los “colgajos” con dermolipectomía (retirando la piel excedente) y en algunos casos, se aplica liposucción.
Mommy Makeover: un cambio de tu figura luego de ser madre
Esta claro que no es el caso de Fabiola Yáñez quien toda la vida hizo ejercicio y quien mantiene su cuerpo tonificado por su condición de modelo, actriz y periodista. Así la primera dama siempre fue muy cuidadosa con su cuerpo que es la herramienta fundamental en toda persona que trabaja en los medios.
Las mujeres que tienen abdominales desarrollados tienen a su favor que este conjunto de músculos vuelven a acomodarse gracias a la "memoria muscular" después del parto. Según se informó oficialmente, Francisco Fernández Yáñez nació por cesárea, esa es la única verdad.
Nacimiento de Francisco Fernández Yañez
¿Y la lactancia?
La lactancia también es un factor que ayuda a muchas mujeres para facilitar la pérdida de peso. Sobre ese tema también se habló en las redes: si Fabiola llevó a Francisco a la Cumbre de las Américas o si quedó en Argentina; y en el caso que se haya quedado aquí, si Fabiola dejó su leche freezada o si el bebé presidencial tomo leche maternizada. Todo es motivo de polémica.
Desde el gobierno se mantiene un profundo hermetismo respecto de si el pequeño viajo a EEUU o quedó al cuidado amoroso de su abuela Miriam Yáñez Verdugo: todo lo que pertenece al ámbito íntimo de la familia Fernández Yáñez se mantiene entre los muros de la Quinta de Olivos.
Desde el “cumple-gate” se han propuesto extremar el cuidado de no volver a “faire une gaffe”. Sus allegados cuentan que Fabiola es muy sencilla y que desde entonces en sus viajes oficiales no lleva maquilladores ni peinadores, todo lo hace ella.
A Fabiola la maternidad le cae de maravillas y más allá de los dictados sociales y cuerpos hegemónicos, lo que mejor le queda es la alegría que le provoca su nuevo rol de mamá.
CP
