Algunos medios europeos hablaron de ella como el “Huracán Awada”. Fiel a un estilo elegante y moderno, que cosecha adeptos y llama cada vez más la atención a diseñadores diversos, la primera dama aprovechó la visita de Macri a España, para exhibir al mundo una parte de la moda con sello argentino. Ayer, después de cuatro días de alta exposición, Juliana Awada terminó esta raid paralelo a la visita que el Gobierno realizó para buscar inversiones en el país ibérico.
Los medios de aquí y allá, establecieron desde el minuto cero, la figura de duelo. Se trató de una comparación en cada acto público de las vestimentas de Awada y de la reina Letizia. Dicha contienda, comenzó el miércoles pasado –según coincidieron todos los medios– con un auténtico empate técnico. Fue en el Patio de Armas del Palacio Real donde ambas –casi como si se tratara de una pasarela– caminaron juntas con looks similares en el color y hasta incluso en el peinado. El tono elegido por ambas fue el rosa empolvado. Awada usó un vestido con encaje y un tapado de cashmere doble faz con cuello de piel de Ménage à Trois. “Me lo pidió un mes antes de ir, quería que tenga piel por el frío que iba a hacer, aunque luego no resultó tanto”, contó a PERFIL Amelia Sabán, dueña de la marca.
Por la noche, en la cena de gala con el rey Felipe VI y Mariano Rajoy, Awada se llevó todas las miradas con un ejemplar de Gabriel Lage: un vestido rosa saturado tinte visón, teñido con técnica manual, con escote en V y gran falda campana, realizado sobre dos capas de transparencia nube y una superposición de tul labrado en seda y filamentos de lúrex. “Se hizo una aplicación íntegramente a mano de hilo de seda elaborado especialmente para esta pieza, y fue bordado artesanalmente en cristales Swarovski, mostacillas y cristal facetado”, describió Lage a PERFIL.
El jueves, Juliana volvió a repetir un Ménage à Trois en la feria de arte contemporáneo ARCO. En este caso se trató de vestido de seda natural crêpe de chine estampado colorado y negro geométrico “inspirado” en un diseño de Gucci. “Es la tendencia que se viene ahora para el próximo verano de España”, explicó Sabán.
En la cena organizada en homenaje a los reyes de España, Awada usó un vestido blanco cruzado con transparencias, doble falda con caída irregular, tajo y mangas acampanadas de Evangelina Bomparola.
“Sentido del humor para vestirse”. Eso responde Amelia Sabán cuando se le pregunta qué hace distintiva a la primera dama. “No se pone nada clásico, es divertida, canchera. Con el vestido que llevó a ARCO estaba para estar junto a la reina o en ArteBA”, señaló a PERFIL. Sobre ambos atuendos que usó de esa marca, sólo hizo falta un llamado telefónico con un mes de anticipación. “Entiendo perfecto lo que quiere. Con una llamada conmigo ya lo resuelve. Ahora ya estamos preparando cosas para los próximos viajes”, agregó Sabán.
Gabriel Lage, quien ya había vestido a Awada durante la visita de Obama a Buenos Aires, dice que recibió comentarios de todo el mundo por el vestido de alta costura que diseñó para la primera dama. “Llevó mucho trabajo. Se tenía que hacer en tres meses pero pudimos hacerlo en dos”, cuenta Lage, quien recibió en septiembre pasado el llamado de la asistente de Awada para consultarles exclusivamente por este evento. “Luego vino ella a los pocos días para hacer una prueba de las tonalidades. Quería un vestido de alta costura que no tenga nada que envidiarle a los diseños europeos pero que sea de acá. Juliana tiene muy claro que quiere mostrar el diseño argentino en el mundo donde ya se convirtió en un ícono de la moda”, aseguró Lage para cerrar.