Fantino: "Para hacer periodismo hay que tener los huevos bien puestos"

Brasil fue, para el periodista Alejandro Fantino, mucho más que una obsesión mundialista durante 2014. Además de viajar rumbo a tierras cariocas para relatar los partidos de la Selección Argentina, conoció el paradisíaco archipiélago de la revista Caras en Angra Dos Reis, adonde fue junto a su pareja, Miriam Lanzoni. "Esa isla me rompió la cabeza, es una cosa increíble", exclamó.

Desde el Hipódromo de Palermo, donde Caras agasajó a las celebridades que pasaron por la isla en 2014, Fantino dialogó con Perfil.com sobre su año como relator mundialista, su inevitable comparación con Víctor Hugo Morales, y contó por qué, a diferencia del uruguayo, se niega a tomar partido en la política nacional.

Además, se quejó por la política "amigo-enemigo" que, según él, impulsa el oficialismo. "Cuando entrevistás a un K, te putean los anti K; cuando entrevistás a alguien del Gobierno, te matan los blogueros K. En redes sociales hay una agresividad con la que se hace muy difícil hacer periodismo si no tenés los huevos bien puestos, si esto me agarraba a los 22 o 23 años me sacaba de carrera", sentenció.

- Perfil.com: ¿Cómo te calzó el mote de "Víctor Hugo de Messi" que se escuchó durante el Mundial de Brasil?

- Alejandro Fantino: Nosotros cuando relatamos somos pintores de lo que estamos viendo en la cancha. A Víctor Hugo le tocó que le pasara Maradona y tuvo la capacidad de pintar lo que pintó en ese momento. Yo soy relator de campaña, Víctor Hugo es relator de fútbol. Para los relatores de campaña, existe sólo un equipo y querés que se fracturen los otros once. Relaté la selección como relato a Boca. Ahí me salió el "Eu Tem Papa", el "de qué Playstation saliste", y todo lo que dije. Fue algo natural.

- Después de consolidarse como relator, Víctor Hugo tomó partido en la política argentina. ¿Te imaginás con ese futuro también?

- No, yo creo que no. En ningún momento me identifiqué con ningún gobierno. Cuando hago una nota a un K me putean los anti K, me dicen barbaridades. Cuando le hago una nota a uno que no es K, los blogueros K me vuelven loco. Que te puteen parejo me parece bien. Hay una cosa instalada, lamentablemente instalada, de que si estás con uno o estás con otro, que me parece lamentable. No me mueve nada ninguno. Entrevistar a (Ernesto) Sanz, (Sergio) Massa, (Mauricio) Macri o Cristina Fernández de Kirchner es como entrevistar a un jugador de fútbol, me da lo mismo, cero.

- ¿De dónde te parece que se instaló esa lógica?

- Lo instaló el Estado, lo instaló el Gobierno. Lo hizo Kirchner cuando empezó una guerra contra Clarín, también contra Perfil. La gente empezó a entenderlo así. Por eso hay que tener cuidado  con el mensaje que se baja desde un gobierno o desde un Estado, porque es un poco el padre de todos. Si vos ves a tu viejo que se despierta a la una de la tarde, vos vas a pensar que eso está bien. Si los propios del Gobierno, entiendo que tenían diferencias, pero ese juego fue muy difícil jugarlo. Vamos a tardar mucho para que esto se olvide. En las redes sociales hay una agresividad con la que se hace difícil hacer periodismo si no tenés los huevos bien puestos. No sé qué me hubiera pasado si me agarraban las redes sociales a los 22 o 23 años... Seguro me hubiera calentado mucho, me hubiera sacado de carrera.

- A partir de distintos robos a famosos se volvió a debatir sobre inseguridad. ¿Es verdad que siendo conocido es más peligroso salir a la calle?

- Al tipo conocido, al tipo famoso se lo entrevista porque su testimonio pasa a ser escuchado por mucha gente. Pero estamos todos hinchados las pelotas, estamos todos cansados. Yo estoy ofendido por el debate de Aguirre (el motochorro de la Boca), sea si Mauro (Viale) tenía que entrevistarlo o no. El debate debería ser por qué mierda está libre. Un tipo a que te afana a punta de pistola y que no mató a un tipo porque no apretó el gatillo... no es el debate de por qué lo entrevistan o no. No estoy enojado, estoy ofendido de que a un tipo que lo enganchan con un fierro y después con marihuana, sea un canadiense o un chaqueño, me ofende que no esté en cana.

- ¿Vos lo entrevistarías?

- Es que no lo podría haber entrevistado porque ese muchacho debería estar preso. Me ofende que se lo pueda entrevistar libremente y que se vaya en taxi a la casa. Yo tengo muchos amigos que no pudieron comprarle un regalo al pibe y no agarraron una escopeta para salir a apretar al primero que se cruza. Entrevistar, qué se yo, es nuestro trabajo. Pero no voy a debatir eso, ese tipo no tiene que estar libre, eso voy a debatir.