Jeff Bezos dejó de ser el CEO de Amazon el pasado 5 de julio. Uno de los motivos que impulsó su decisión fue la necesidad de enfocar su tiempo y energía en Blue Origin, la empresa que fundó para realizar viajes comerciales al espacio. El próximo martes, esa elección tendrá un momento determinante ya que él mismo volará hasta ese lugar. El hombre más rico del mundo no eligió el 20 de julio por casualidad. Ese día se cumplirán 52 años de la llegada del hombre a la luna y Bezos busca que su expedición al espacio también quede en los libros de historia. “Ya estamos con el resto de la tripulación en Texas y estamos muy ansiosos”, aseguró el fundador de Amazon durante las últimas horas.
Junto a Bezos irán tres personas. Por un lado, su hermano Mark. Por otro, Wally Funk, una ex piloto de 82 años y el tercer lugar generó un poco de polémica. En un principio, ese ticket se subastó y una persona anónima lo compró por US$ 28 millones. Esta semana se anunció que por “problemas de agenda” ese pasajero no irá y su lugar fue adquirido por Oliver Daemen, un adolescente de 18 años, hijo de un empresario millonario que compró un boleto para el segundo vuelo. “Lo movimos al primero y no se revelará cuánto pagó”, anunció un vocero de la empresa.
La travesía. Se estima que el viaje de Bezos al espacio dure 11 minutos. El despegue se realizará desde una propiedad comprada por Bezos a 120 km de El Paso, Texas. Luego del lanzamiento, el cohete alcanzará una velocidad de cuatro mil kilómetros por hora y la cápsula donde irán los tripulantes se desprenderá para continuar ascendiendo hasta pasar los 100 km de altura. Luego, la propia gravedad de la Tierra, los regresará y cuando estén cerca del piso se desplegarán unos paracaídas que les permitirán aterrizar con seguridad.
Se espera que la cápsula supere la Línea de Kármán. Parece un dato poco importante, pero no lo es ya que ha generado mucha discusión en los últimos días. “El 96% de la comunidad científica reconoce esa altura como el inicio del espacio”, aseguró Bezos. El mensaje fue una indirecta para Richard Branson, quien realizó un viaje similar la semana pasada en el que llegó a los 80 kilómetros de altura. “Para la NASA, ahí comienza el espacio”, respondió el nacido en Gran Bretaña. Más allá de las bromas, ambos se felicitaron por sus respectivos logros y esperan que los viajes comerciales al espacio sean algo común en el futuro.