PROTAGONISTAS
una vida de película llevada al cine

John de Mol tiene 67 años, se casó en 2021, y es el neerlandés que creó ‘Gran Hermano’

Es uno de los once hombres más ricos de los Países Bajos y tiene una fortuna de 1,5 mil millones de dólares. Dedicado al negocio audiovisual en su país, en septiembre de 1999 lanzó en la TV neerlandesa “Gran Hermano”, un formato que, como él dice no existía hasta entonces, y que por su éxito dio origen a cientos de realities posteriores. Así como la clave del programa es observar a otros las 24 horas del día, John de Mol elige el bajo perfil. De hecho, se casó en agosto de 2021 con su mujer de hace tres décadas y para esquivar a los medios, lo hizo en París y no en Amsterdam, donde vive.

2022_10_22_gran_hermano_-john_demol_telefecapturadepantalla_g
La casa más famosa. La versión argentina de Gran Hermano 2022 (der.). John de Mol, el creador del formato que desde 1999 tiene 471 versiones en seenta países. | telefe / captura de pantalla

Volvió Gran Hermano a la pantalla local y con el programa regresa uno de los fenómenos audiovisuales globales más famosos. Algo en ese reality que desembarcó en la Argentina por primera vez en 2000 genera aún hoy el mismo interés y expectativa que en otras latitudes, con idiosincracias disímiles. Hay cifras que ayudan a dimensionar por qué Gran Hermano es un fenómeno: este formato cumplió veintidós años y a la fecha suma 471 versiones en más de sesenta país. Además, pasaron unos 1.753 participantes que estuvieron dentro de “la casa” entre 35 y 143 días, lapso en el que se contabilizan unas 5.035 eliminaciones de concursantes. 

Bajo perfil. Este éxito televisivo tiene un origen y un nombre, el del “verdadero Gran Hermano”: Johannes Hendrikus Hubert de Mol, conocido como John de Mol. Este neerlandés de hoy 67 años, es un poderoso empresario audiovisual de su país que, según la última lista de millonarios de Forbes es el séptimo de los once hombres más ricos de los Países Bajos; con una fortuna de 1,5 mil millones de dólares. Y a nivel mundial, De Mol está en el puesto 1.645 de esta selección que cada año presenta la mencionada publicación norteamericana. 

Si bien por el éxito de su compañía es una persona famosa en su país, es un cultor del bajo perfil y salvo en eventos de carácter público como estrenos, lanzamientos, gala de premiación, o corporativos, no abundan fotos suyas. Como los hombres con verdadero poder, habla poco con los medios y no es de quienes eligen hacer de su vida privada un elemento de marketing sino todo lo contrario. 

Boda secreta.De hecho, en agosto del año pasado se casó con la máxima discreción posible con Els Verbeck, su mujer desde hace treinta años y a quien –casualmente– conoció en la TV. El casamiento lo hizo en París, no en Amsterdam u otra ciudad de los Países Bajos, donde viven. Así que pudieron eludir cualquier intento de fotos de ese momento que ambos quisieron que fuera íntimo. 

De Mol tuvo una relación previa con Willeke Alberti, actriz y hasta hoy cantante; estuvieron cuatro años juntos y tuvieron a Johnny de Mol, único hijo –hasta la fecha– del empresario. Como su padre, Johnny, de 43 años, también se dedica a la industria audiovisual, universo tan familiar para ellos dado que también lo integra su única tía paterna, Linda de Mol.

Súper factoría. En su origen, el “verdadero Gran Hermano” era titular de John de Mol Produkties, pero luego se asoció con Joop van den Ende, también empresario televisivo y el noveno hombre más rico de los Países Bajos según Forbes 2022. Juntos fusionaron sus respectivas compañías en lo que mundialmente se conoce como Endemol. Esta empresa está considerada como la productora independiente más grande del mundo, con más de ochocientas producciones distribuidas en 76 países y transmitidas por 295 canales del globo.

En el catálogo de esta factoría de formatos, hay muchos que son más que conocidos en Argentina como, por ejemplo, MasterChef, Trato Hecho, El muro infernal, Operación Triunfo, Tu cara me suena, Pulsaciones, Los ocho escalones, o La Voz. Y por supuesto Gran Hermano.  

Temores y dudas. “Cuando en septiembre 1999 lanzamos Big Brother (en los Países Bajos), creamos un nuevo género, algo que no existía y creo que fue el precursor de muchos otros formatos y programas, y sobre todo de cientos de realities”, dijo John de Mol en una de las escasas entrevistas que dio, en este caso al canal de la agencia de publicidad Ogilvy. “Al principio, la reacción del mercado fue cautelosa, era algo nuevo, decían: ‘¿Uh, y esto qué es? ¿Funcionará?’. De hecho, al principio casi no había anunciantes en el programa, y también recién a las dos o tres semanas del estreno, las críticas al programa pasaron de ser negativas a extremadamente positivas. ¿Por qué? Básicamente porque era algo que nunca se había visto en la TV y también porque el prejuicio era muy fuerte”. 

Así como había prejuicios, expectativa y cierto desconcierto en la televisión neerlandesa aquel 1999, del otro lado de la pantalla, también los creadores de Gran Hermano tenían sobre todo ansiedad y dudas. “Primero, por la salud de los participantes”, explica De Mol a Ogilvy. “También por lo comercial, por las criticas…Y respecto a nuestras dudas, éstas tenían que ver con cuestiones técnicas porque creamos un espectáculo televisivo que tenía 120 cámaras encendidas durante veinticuatro horas. Era todo un desafío ver cómo almacenaríamos todo el  material, cómo sería la edición del programa... todo era muy novedoso ¡Era algo que no se había hecho en la historia de la televisión! Por todo esto, al principio, Gran Hermano era muy aburrido porque éramos tan cuidadosos y tan temerosos de lastimar a las personas a las que básicamente estábamos filmando 24 horas al día”.

Distopía. Antes de Gran Hermano hubo dos antecedentes televisivos similares. Uno fue el programa de MTV The Real World, que se emitió entre 1992 y 2017, y es, hasta el día de hoy, el programa de más larga duración en la historia del canal estadounidense y actualmente lo emite Facebook Watch. Allí, siete u ocho adultos son elegidos para convivir un tiempo en una residencia, mientras son filmados constantemente. De las sesiones de análisis que allí se planteaban proviene el famoso confesionario de Gran Hermano. El segundo programa que sirvió un poco de inspiración es el programa sueco Expedition Crusoe, que se adaptó en varios países y que aportó la idea del concurso: los participantes competían entre ellos, eliminándose entre sí hasta dar con un ganador. 

Si bien los ciclos mencionados dieron dos de los condimentos para lo que fue Gran Hermano, la idea madre sugrió de un experimento científico que se realizó en Estados Unidos en 1991 y se llamó Biosfera 2 (ver recuadro). “Cuando el formato estuvo casi terminado, el título inicial fue La jaula de oro, pero poco tiempo antes de estrenarlo, uno del equipo explicó que con todo el tema de las cámaras mirando todo el tiempo a los participantes, eso era lo más parecido al Big  Brother de (George) Orwell. Y lo cambiamos”, explicó en la entrevista mencionada John de Mol. Con el Gran Hermano de Orwell se refiere a lo que sucede en 1984, famoso libro del escritor británico, que fue llevado al cine también en 1956 y luego en 1984. Allí, el protagonista Winston Smith es empleado del Ministerio de la Verdad y encargado de reescribir la historia del partido, eligiendo a las “no-personas”, eufemismo con el que se refiere a quienes fueron desaparecidos o asesinados por el Partido Único del superestado ficticio que observa todo el tiempo a sus ciudadanos.

 

La ciencia como inspiración 

En general se cree que el nombre del programa se debe a un “tributo” a George Orwell y su libro 1984. Pero no es del todo así. La idea de Gran Hermano está inspirada en Biosfera 2, un proyecto científico realizado en Arizona (Estados Unidos) en 1991. Allí ocho personas debían convivir en una bóveda geodésica de acero y vidrio hermético que simulaba los distintos ecosistemas de la Tierra y así ver cómo funcionaría una estructura similar en caso de un posible desastre nuclear, un deterioro de los ecosistemas existentes por factores varios como el cambio climático, el efecto invernadero y demás. “A un asistente mío le interesó ver a ese grupo de personas viviendo juntos”, dijo John de Mol. “A mí también me intrigó mucho y entonces empecé a investigar.” De las ideas iniciales se pasó al proyecto definitivo que, al principio se llamó La jaula de oro; luego Gran Hermano.