Son horas de duelo para la cocina y la televisión argentinas. La muerte del chef y conductor Guillermo Calabrese supuso un shock, una sorpresa. Hacía un tiempo que no estaba al frente de Cocineros Argentinos, pero los miembros del programa decidieron homenajearlo emitiendo fragmentos de él en esa cocina, y palabras de afecto y de recuerdos sobre su generosidad, bondad y carisma. Un graph que rezaba “Hasta siempre, Cala” –como se lo llamaba–, acompañó el mencionado homenaje del staff de Cocineros Argentinos, introducido por Ximena Sáenz y secundado por Juan Braceli, quien evocó la figura protectora y experimentada de un profesional que se encargó de cuidar y acompañar a su entorno, basando los vínculos forjados en la ternura y la comprensión. Actualmente Calabrese conducía ¡Qué mañana!, por la pantalla de Canal 9, y el mensaje de ese ciclo fue: “Con profundo dolor despedimos a nuestro compañero y capitán de este barco que nos enseñó todos los días a cocinar con amor y pasión. Hasta siempre Cala, te vamos a extrañar.”
Cocinero querible. Quizá esa personalidad de la que hablaron sus compañeros en ambos ciclos televisivos mencionados sea el reflejo de los inicios de Calabrese en la televisión. La historia, tal cual se conoce, es que a sus 25 años abandonó la carrera de Medicina y le mandó una carta al Gato Dumas, planteándole que quería ser su discípulo. Éste lo recibió en su despacho, lo puso a prueba y, luego de describirle la parte que menos le gustaba de la gastronomía para ver su reacción, no logró disuadirlo y comenzó a describirle las bondades del oficio y la industria. Desde ese día y a lo largo de veinte años, no se separaron. Y el voto de confianza del Gato no fue moderado: con el tiempo, ambos fundaron el “Gato Dumas Colegio de Gastronomía”, del que Calabrese llegó a ser director académico general. El mundo del espectáculo lamentó su pérdida, como también alumnos de la mencionada escuela y sobre todo, los seguidores de todo el país.