Alberto de Bélgica, quien fuera rey hasta 2013, sigue teniendo dolores de cabeza por el juicio por paternidad de su hija extramatrimonial, la artista plástica de 52 años Delphine Böel .
Si bien la sentencia judicial de enero decía "Su Majestad el rey Alberto II ha tomado nota de los resultados de la muestra de ADN que proporcionó a solicitud del Tribunal de Apelación de Bruselas. Las conclusiones científicas indican que es el padre biológico de la Sra. Delphine Boël ”
El tribunal de Bruselas define ahora los detalles y sopesa las exigencias de la artista. Ella siempre dijo que su lucha no era por dinero pero parece haber cambiado: reclama exactamente los mismos privilegios que sus hermanos (Astrid y Laurent porque Felipe es el rey). Ellos tienen un sueldo estatal y una vivienda solventada por las arcas belgas.
El Tribunal de Bruselas define en este momento qué aceptará de las exigencias de Delphine
También quiere convertise en princesa, un punto complicado porque en 2015 el rey Felipe modificó la ley para que solo pudieran tener los títulos los descendientes directos del soberano y no el resto de la familia. Pero podría aplicarse la retroactividad y beneficiar a Delphine y de esa manera los belgas tendrían una nueva princesa.
La herencia es un tema aparte, ya que tiene que ver con los bienes del matrimonio de Alberto y Paola de Bélgica, que son gananciales, y al estar los dos con vida es algo que no está definido.