Hay una plataforma donde los medios audiovisuales tradicionales, no generan competencia algunas a los “nuevos”, a los streamers. Allí, los podcasts son otra manera de medir la inserción progresiva de aquellos que generan contenidos con sus canales de YouTube;–y en algunos casos Twitch. Y en Spotify, el devenir de escuchas de esos podcasts se puede seguir de manera diaria porque arma un ranking que funciona también como rating.
Esa así que la última semana que registró Spotify –la del 17 al 23 de julio–el chart ubicó en dos de los tres primeros puestos a Soñé que Volaba (de Olga); y Paren La Mano (Vorterix), respectivos programas que conducen Migue Granados y Luquitas Rodríguez. El segundo puesto lo ocupa Psicología Al Desnudo, podcast de la psicóloga Marina Mammoliti, un caso de estudio muy interesante pero fuera del universo streaming...por ahora.
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Como se mencionó al comienzo, el rating de los podcasts en Spotify se actualiza a diario, y si bien Soñé que volaba siguió inamovible del primer puesto, entre los diez lugares centrales, se ubicaron la última semana en sucesivos días, otros programas producidos como canales de YouTube argentinos. Esto es, Nadie dice nada (LuzuTV), que cerró en puesto número siete; seguido por Antes que nadie (LuzuTV); y en el puesto once, figuró Sería Increíble (Olga).
Los contenidos de Migue Granados, Nico Occchiato, y Luquitas Rodríguez, lideran el 'rating' de podcasts.
Generación Z. En el estudio Culture Next 2022, que publicó Spotify, se señala la llamada generación Z –comprendida entre los 18 y 24 años–, “vive más estresada que otras debido a problemas como el paso de la pandemia, la incertidumbre de la economía global y los conflictos bélicos modernos, por lo tanto, busca alivio a través de la música, en la nostalgia de la cultura pop del pasado porque les da idea de que en ese entonces las cosas eran más simples; y en los podcasts”.
Mientras para esta plataforma, esa podría ser una de las razones del éxito de estos podcasts argentinos, su posicionamiento como oferta de entretenimiento –como también lo son los canales de YouTube y Twitch–, están en la mira de marcas y de directivos de medios tradicionales.
