Hace unos días, Máxima y Guillermo retomaron su actividad luego del receso de agosto que, en el caso de ellos, los ubicó en la casa de verano que tienen en Grecia. El llamado “día del presupuesto” marcó ese comienzo en medio de un escenario donde el rebrote de casos de coronavirus preocupa también a los Países Bajos. El discurso que ofrece el rey ese día detalla o más bien anuncia los planes más importantes del gobierno para el año siguiente. La puesta en escena tradicional de este acto protocolar se adaptó al protocolo sanitario por la pandemia y también hubo un detalle adicional que aún no terminó definirse.
Por lo primero, se limitó el personal militar que acompaña a los reyes, se cancelaron la escena del saludo desde el balcón del palacio y el recorrido posterior al terminar el acto. Respecto al segundo detalle, se centra en la carroza que solía trasladar a los reyes al palacio: como la misma está decorada en su exterior con escenas de esclavos negros en actitud servil hacia una extranjera blanca, hay un creciente consenso de dejarla como pieza de museo en vista de la revisión histórica que generó en los distintos países el BlackLivesMatter.
Costos. Pasada esa celebración, se anunció que Máxima y su marido percibirán a partir de enero de 2021 un aumento salarial del 5%. Esto lleva a que los “sueldos” combinados de ambos suman 7,2 millones de euros. Y Amalia –la heredera al trono– recibirá 111 mil euros en 2021, y 1,6 millones de euros en 2022.
Este salario es libre de impuestos y no pagan otros impuestos sobre donaciones o herencias. El costo anual de la corona para el Estado es de 40,5 millones de euros; los holandeses solventan la seguridad, la reconstrucción de palacios y una embarcación histórica de la ex reina. A pesar de esa suba, la corona holandesa se ubica tercera en el ranking de las costosas para sus respectivos estados. Según un informe que dio la CNN, ese podio lo ocupan la inglesa y la monegasca.