En 2019, la familia real de Holanda pasó momentos de desconexión con los ciudadanos. La reconstrucción del Huis Ten Bosch, la mansión donde viven los reyes junto a sus hijas, costó más de 63 millones de euros y eso generó muchas críticas a la corona. Sobre todo para Máxima, a quien se marcó como la ideóloga de las reformas de lujo que se llevaron a cabo.
Durante los últimos meses, la familia real decidió mostrarse “más abierta” con los holandeses y por eso empezaron a difundir videos en los que recorren el interior de los palacios que son de su propiedad. El primero de ellos fue el Noordeleine o “Palacio de Verano” donde se organizó un festejo a fines de julio para homenajear a aquellas personas que recibieron un premio o fueron destacadas en sus áreas profesionales.
En el mismo se enseñaron los preparativos para la celebración y un experto contó la historia del Gran Salón, una de las habitaciones más destacadas del lugar. En la segunda entrega, otra de las trabajadoras del Noordeleine da detalles sobre los sillones que se encuentran dentro. Parece un detalle menor, pero los muebles son históricos y representan una parte importante de Holanda. “Los distintos monarcas sucesivos dejaron huella en cuanto a uso, gusto y estilo. Los muebles más especiales fueron especialmente diseñados, fabricados y, a menudo, adaptados con el tiempo. De esta forma, cada generación dejó su huella en el interior del palacio”, explican desde la institución.
Máxima abre las puertas del palacio de la familia real en La Haya
En las imágenes no solo se pueden ver los estilos sino también como se realiza la mantención de ellos. Incluso están los que fueron utilizado en el casamiento de Máxima y Guillermo en 2002. “Son dos taburetes que tienen una historia excepcional; se utilizaron en la boda en Amsterdam y se les dio un cojín extra y una tapicería nueva para esa ocasión. Debido a su papel en ese día importante, recientemente se han representado junto con todo tipo de otros objetos significativos en los revestimientos de las paredes del Salón Azul en el Palacio Huis ten Bosch”, indican en relación a su historia.
“Para asegurar que los muebles permanezcan en buenas condiciones y aptos para su uso, la colección se limpia periódicamente de polvo con un cepillo fino. Debido a que la fina capa de dorado es frágil, a veces se produce cierto desgaste con el tiempo, lo que requiere restauración”, señalan los expertos a cargo de su mantención. Y agregan para finalizar: “Es un esfuerzo grande pero las personas que trabajan en ello dedican mucha horas al día para evitar cualquier tipo de desgaste”.