Consultar a un político por ella es casi como consultar en verano el destino elegido para sus vacaciones. O incluso, peor que preguntar si entraron al blanqueo de capitales. Desde que esta semana su nombre salió a la luz, el Pro se puso en alerta y cerró filas. Nadie quiere hablar de Micaela Méndez, pero todos admiten conocerla. Se trata de la fonoaudióloga y cantante lírica gurú del Gobierno. La encargada de suavizar la imagen de Mauricio, la que le sacó el bigote, la que lo ayuda a preparar sus discursos y la que se ocupa, dicen, hasta del nuevo look que estrenó Marcos Peña. A ella se atribuyen muchas de estas cuestiones que van desde lo verbal y postural hasta lo estilístico. Incluso, fue la que motivó la operación por un pólipo en las cuerdas vocales del Presidente en 2016.
“La veo en Casa de Gobierno. Pero no sé a quiénes coachea. Sé que es una excelente profesional”, es la excusa de la mayoría de los jefes de prensa consultados por PERFIL. Otros tantos lo negaron o bien se excusaron de responder. Ella hizo lo mismo.
Lo cierto es que Micaela fue la encargada de coachear al Presidente, a Gabriela Michetti y a María Eugenia Vidal en plena campaña. Y fue La Politica Online la que filtró una imagen en la que se ve a la fonoaudióloga practicar un discurso junto a Macri en un baño de Costa Salguero antes de que saliera al escenario del PRO en la noche de las elecciones legislativas de 2013. Luego Méndez asesoró a Horario Rodríguez Larreta y a Diego Santilli, quien sigue practicando con ella. Aunque los encuentros no tienen una frecuencia definida y son a solas, según explicó la vocera de este último. También asesoraría a Rogelio Frigerio, aunque su jefe de prensa lo negó en diálogo con este diario. “La vi una sola vez y fue en enero de 2016”, sentenció, seco. Esteban Bullrich y Guillermo Dietrich también serían sus alumnos.
“Les corrige la postura, la entonación y hasta les dice qué ponerse”, dijo una fuente de la Casa Rosada a PERFIL. Como también es experta en códigos de vestimenta y lenguaje corporal, asimismo Micaela se ocupó, a pedido de Macri, del cambio de imagen del estilo juvenil con camisas celestes desabotonadas al de político profesional que muestra ahora Marcos Peña. Bigote, peinado con gomina y corbata. Todo a tono con la instalación de un discurso más agresivo que comenzó a asomar en marzo. Consultada por Perfil, la esposa de Peña, Luciana Mantero, sólo reconoció haber visto a Méndez un par de veces.
La fonoaudióloga llegó a Macri en 2011 de la mano de Federico Suárez, el actual “Marcos Peña” de Vidal. Antes de eso trabajaba en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, dependiente del Ministerio de Salud de la Ciudad y donde fue contratada en 2009. Aunque hay quienes dicen que Macri comenzó a frecuentar a Méndez antes de eso. En 2013 fue entrenadora en Comunicación No Verbal, Oratoria y Coaching en la Jefatura de Gobierno para el equipo de funcionarios y dirigentes. Hoy Méndez es coordinadora de Gestión Comunicacional, con un sueldo de 80 mil pesos.
“Me recibí de licenciada en Fonoaudiología en la Universidad de Buenos Aires. Realicé la carrera de canto lírico del Conservatorio de Música San Martín y me capacité en diferentes países, como España, en entrenamiento vocal de cantantes populares; en Suiza, en el tratamiento de problemas de la voz y la comunicación; en Estados Unidos, en el entrenamiento de la comunicación en escuelas de música, hospitales y medios de televisión; en Brasil, en el entrenamiento de actores, políticos y Ceos y también en el análisis acústico de la voz y el habla en universidades, medios de TV y centros de la voz”, explica Micaela en su web.
Su vocación no fue producto de una decisión sino de una certeza. Con sus padres dueños de una juguetería y su abuelo de una bicicletería, Micaela pasaba las tardes entre clientes. “Siempre estuve en contacto con la gente. Mi mamá me cuenta que yo no jugaba con muñecas, quería hacerlo con personas. Y al mismo tiempo siempre estaba presente el tema de la voz. Me la pasaba imitando a Raffaella Carrá. Siempre supe que quería ser cantante y médica también”, dijo una vez. Con el tiempo tuvo la misma certeza al elegir el coaching de políticos, muy común en EE.UU.