Una infidelidad, una separación amorosa o un escándalo de pasarela. Pampita siempre logra ser el foco de atención. Y quizá sea esa visión mediática, más su profesionalismo, y su sonrisa estudiada con la presición de cirujano con la que encanta a todos, la razón por la cual una vez más se convirtió en la más codiciada del verano esteño por las marcas y nuevamente obsesión de los fotógrafos. Consciente de lo que genera, la modelo aprovecha y alterna sus vacaciones con sus tres hijos con presencias en eventos.
“Es un boom, dispara todas las métricas”, dice a PERFIL un relacionista público. Para enseguida agregar: “El secreto es que es aspiracional, multimarca y multitarget. Puede ser convocada tanto para algo popular como top. En su caso, las marcas siempre le prestan o regalan el producto. Todos la quieren”. Y Pampita conoce muy bien su trabajo, llega, hace sus tres poses chequeadas y se va. Es la más solicitada del verano.
De hecho, la temporada estival se inauguró con ella en un evento de Cher al que asistieron 200 invitados, pero para los fotógrafos sólo importó “Pampita soltera”. Allí la también conductora de Pampita on line deslumbró con un vestido de dos piezas amarillo con el que se paseó por el local de la mano de Alan Faena. La lista de fiestas, sunsets y eventos privados a los que asistió en lo que va de la temporada no para de acrecentarse. Entre ellos, varios del rubro inmobiliario, en los cuales auspició de anfitriona y llevó adelante el sorteo de un importante reloj para los invitados, rol en el que ya se siente más que cómoda tras tener su propio programa y ser jurado del “Bailando”.
También se la vio en varias fiestas con sus amigas, como Puli Demaría o Barbie Simons. Es que, separada de Pico Mónaco, la modelo celebró Año Nuevo con ellas en una fiesta en el boliche Tequila. Y si de divertirse se trata, también eligió ir a un recital organizado por una marca de telefonía móvil, donde se la vio disfrutando de la música de varios DJ junto a su hermano Guillermo y su cuñada.
Selfmade. No obstante, no va a todos lados. Ella misma es quien elige cada evento en particular y analiza las ventajas o desventajas de estar presente. Para ella es importante que compatibilice con su rol de madre, y con el concepto. Incluso, mide si puede ir con sus amigos e hijos. Si eso último es posible y le sirve, es probable que no cobre. Pero si lo hace, su cachet, arreglado directamente con ella, puede ir desde los 2 mil dólares hasta los 8 mil, según lo que tenga que hacer. Y puede llegar a tener dos o tres eventos por día en su agenda. Todos gestionados por ella, que es su propia empresa.
De hecho, el verano pasado, cuando la novedad era su romance con Pico, también era ella quien se ocupaba de negociar con las marcas tanto por él como por ella. Entonces, el cachet por tenerlos juntos podía llegar a los 10 mil dólares.
Separación de por medio, este verano, el juego de las escondidas también les rinde sus frutos. Todos esperan que se encuentren en algún lugar. Y si bien dicen que eso ya ha sucedido, no hay registro fotográfico. Por otro lado, se sabe, tanto la modelo como el tenista dicen que no tienen inconvenientes en cruzarse. Mientras, él juega a la reconquista a través de likes en Instagram y se “guarda”. Lo que puede ser visto como una estrageia para subir la cotización de su presencia juntos, que dicen ya asciende a 15 mil dólares. “Pico quiso estar tranquilo. No quiere exponerse tanto ahora que está solo”, dicen quienes conocen el negocio. Los mismos que especulan que será en México, en el cumpleaños 40 de ella, donde quizás exista reconciliación.
