Alex Jones es un locutor de Estados Unidos y deberá pagar 965 millones de dólares por difundir fake news y teorías conspiranoides. Un tribunal del estado de Connecticut lo declaró culpable por difamación y lo condenó a pagar esa cifra millonaria a las víctimas de un tiroteo ocurrido el 14 de diciembre de 2021, en la escuela primaria Sandy Hook, donde murieron 20 niños y 6 adultos.
A través de su sitio web y de entrevistas – Infowars–, Jones dijo y sostuvo que esa masacre nunca existió y que los familiares de las víctimas que aparecían en noticieros eran actores contratados como parte de un complot orquestado para regular la portación de armas. Los familiares de ocho de las víctimas y un agente del FBI que estuvo allí fueron quienes iniciaron el juicio contra Jones. El motivo, sobre todo, fue por las amenazas, las agresiones y el hostigamiento que muchos de ellos recibieron de personas que creyeron las mentiras de Jones. Durante el juicio, los demandantes relataron que había gente que se acercaba a sus domicilios para grabarlos; también los agredían por redes sociales, algunas recibieron amenazas de violación; e incluso las tumbas de algunos de los niños muertos fueron violentadas.
Además, en la demanda de los familiares se sumó que Alex Jones y Free Speech Systems –empresa matriz de Infowars– utilizaron esos asesinatos para aumentar su audiencia y ganar millones de dólares, algo que luego se demostró en el juicio.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En el proceso judicial, Jones se burló del juez y del abogado de los demandantes. Además, utilizó el argumento preferido por los difusores de fake news y de expresiones fascistas: que el juicio atentaba contra la libertad de expresión, y que era parte de una conspiración de los medios y del Partido Demócrata para silenciarlo.
