Como mucho de la vida privada de Putin, hay blindaje. Y sus dos hijas no escapan a esa norma. Incluso cambiaron sus apellidos para tener una vida “normal”. Quizá también por seguridad y moverse con el mayor bajo perfil posible. Todo eso siguió así que esta semana Putin convirtió a su hija mayor en “conejillo de Indias”: le aplicó la vacuna que, según anunció, sirve para neutralizar el coronavirus. María, Masha o Mariya tiene 35 años y nació en San Petersburgo. No lleva socialmente el apellido Putin, sino Vorontsova. Y desde que se casó, es simplemente María Faassen. La menor tiene 33 años, nació en Dresden (Alemania) y según los medios, se la menciona como Katya, Katerina o Yeketirana y usa el apellido de su abuela Tikhonova. Estuvo casada cinco años con Kirill Shamalov, un multimillonario ruso.
Universitarias. Maria Vorontsova, según informó en julio último Moscow Times, es “accionista de Nomeko, firma que desarrolla un centro médico cerca San Petersburgo”. Nomeko, una contracción de la frase rusa para “nueva compañía médica”, se fundó en enero de 2019 y otro de los accionistas es también uno de los mejores amigos de Putin. Vorontsova es endocrinóloga y se especializa en trastornos del crecimiento infantil. En un momento se señaló que María estaba viviendo en Voorschoten (Holanda) con marido neerlandeés Joost Jorris Faassen. Y sedijo que habrían tenido que regresar a Rusia debido a amenazas recibidas después del derribo del vuelo MH17, de parte de rebeldes de Ucrania. Ese avión despegó de Voorschoten y murieron varios holandeses. Putin negó que su hija estuviera en ese país: “María y Katia “viven en Moscú, donde combinan estudios con trabajo part time.”
La vida de las hijas de Putin es un rompecabezas mediático porque dado el bajo perfil de ambas, hay informaciones que se contradicen. La prensa rusa señala que es más fácil conseguir información sobre seguridad nacional que sobre la vida privada de las hijas. De la menor, Katia Tikhonova sí está confirmado su divorcio del millonario Shamalov, y también su participación en un mundial de baile de salón en Suiza en 2013. De hecho su nombre figura como integrante de la World Sport Dance Federation con el nombre de Ekaterina. En la página oficial incluso figura como integrante “activo” y están los dos partenaires de su equipo, pero ninguna imagen suya. También hay un registro público que la ubica en 2018, en una entrevista como directora de Inno Praktika, un instituto científico. Pero no se menciona su parentesco con Putin. Además del baile, Katia se inclinó por la física y la matemática.
