Saint-Tropez no escapa a la ola de calor de París, pero con el mar a mano, no es un problema. Y los barbijos son obligatorios desde el sábado 8 de agosto en lugares de alto tránsito de turistas porque hubo una veintena de casos de coronavirus. Incluso se cerraron dos playas en Ramatuelle, el pueblo donde Mauricio Macri pasa sus vacaciones.
La del lunes fue una jornada cuasi laboral para el ex presidente: zoom general con varios integrantes de su espacio.Y seguido, según comentaron, de una escapada a Mónaco. A esa ciudad ubicada a sólo 133 kilómetros de donde hacen base, Macri y Awada, viajaron para visita a Valentina, la hija de Juliana y Bruno Barbier. El empresario belga vive ahí con su actual pareja Charlotte.
El escenario en Mónaco no es diferente al resto de los puntos turísticos de la Costa Azul. Se vive un verano con cuidados, pero verano al fin. Volviendo a St. Tropez un par de restaurantes tuvieron que volver a cerrar durante dos semanas después de que algunos empleados dieron positivo de coronavirus. Y el sábado se colocaron carteles que advertían que los tapabocas son obligatorios en todo el centro de la ciudad, incluido su famoso puerto -zona de paseo obligado para ver el “desfile” de yates amarrados-; el mercado de agricultores al aire libre y las callecitas del casco antiguo con sus elegantes tiendas y galerías de arte.
Georges Giraud, alcalde de Saint Tropez, expresó que se “facilitará las cosas dado que se supone que todos deben usar una máscara”. Por eso, el fin de semana, la policía repartió barbijos gratis a quienes no las tuvieran. Se estudiaba si se impondría una multa de 135 euros para quienes no acaten la norma; los menores de 11 años son los únicos exceptuados.
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Nada para preocuparse por demás en ese eje St.Tropez-Ramatuelle. En la Costa Azul, la temporada alta está casi a pleno. Igualmente, otras ciudades y pueblos franceses -sobre todo de las zonas turísticas- están reimponiendo el uso obligatorio de barbijos a medida que las infecciones por coronavirus empiezan a elevar la curva de contagios.
Hasta en Bormes-les-Mimosas, el destino vacacional oficial de Emmanuel Macron, se dispuso el uso obligatorio de tapabocas. Lo mismo sucede en Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia; y desde el lunes, también en París. Siempre en las zonas más concurridas. En Francia, el viernes último se informaron más de dos mil nuevas infecciones -y 9.330 en toda la semana-; el mayor aumento en un día del país desde mayo.
CP