PROTAGONISTAS
De casa privada a ‘granja verde’

Susana vendió su chacra esteña y sus dueños harán allí un emprendimiento cannábico

La conductora apenas usaba esa propiedad y quería venderla. Facundo Garretón, fundador de InvertirOnline y uno de los compradores, explicó a PERFIL en qué reconvertirán La Tertulia.

20210228_susana_gimenez_chacra_cedoc_g
Refugio. En enero de 2020, Susana invitó a La Tertulia a posibles compradores; se ofrecía a US$ 4 millones. Una interesante propiedad pero demasiado lejos y aislada para los habitués de Punta del Este. | cedoc

Se puede ubicar qué lugar ocupan en el universo de Susana Giménez aquellos que atienden sus intereses o le hacen ganar dinero –legalmente por supuesto–, y quiénes se lo hacen perder. Si entre los primeros hay quienes acumulan investigaciones sobre corrupción aprovechando su posición de poder, ella igualmente no tendrá problema alguno en sentarse en un estudio de televisión y decir –a días de las elecciones– que votará por la reelección. Con la misma facilidad con la que decía “Shock”, argumentará lícitamente que los “otros son peores” o que “como (el candidato) ya es rico no va a robar”. La contracara sería, por caso, Huberto Roviralta, quizá el ex marido más famoso de la Argentina. Primero por haber estado una década casado con la diva número uno del país. Y sobre todo, por haber transformado esa experiencia marital en una beneficiosa sentencia de divorcio que le dejó poco más de diez millones de dólares. 

Si se sigue ese razonamiento pour la galerie, en su altar de imágenes adoradas debería poner la de José “Pepe” Mujica. Quién diría que sería una ley promulgada durante su gestión la que ayudó a Susana a quitarse de encima el lastre económico que le implicó mantener La Tertulia, una mansión ubicada en una zona de Uruguay que hubiera sido la delicia de Greta Garbo para su retiro de Hollywood a los 36 años, pero no para una persona con la vitalidad y la mundanidad de la conductora. Como sea, gracias a la existencia –desde fines de 2013– de la ley de la regulación legal del cannabis en Uruguay –que combatió el hoy partido gobernante–, Susana encontró esos buscados inversores que pusieran los millones de dólares para así decir adiós a La Tertulia. Aunque la cifra concreta de la transacción es privada, en enero de 2020 la propiedad se ofrecía por 4 millones de dólares… “a conversar”. Nunca se ofreció al doble ni al triple de esa cifra.  

Uruguay verde.  Es probable que ninguno de ellos haya estado en enero de 2020 en La Tertulia cuando Susana abrió sus puertas para alentar a alguno de los invitados a comprarla. Como sea, esa jugada de marketing de su gestora inmobiliaria –una argentina radicada en Miami– cumplió su objetivo. Los nuevos propietarios convertirán esa “chacra” de 110 hectáreas en un “emprendimiento cannábico”, a quince kilómetros de Laguna Garzón y a 60 kilómetros de Punta del Este. Ante la eventual apertura de Uruguay al “turismo cannábico” proyectan en La Tertulia la construcción de un hotel temático con gastronomía y un centro de bienestar también cannábico.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El grupo que llevará adelante esto lo integran argentinos, uruguayos y un sudafricano. Entre los primeros están Facundo Garretón, ex diputado de Cambiemos, fundador de InvertirOnline, y presidente del directorio de Blueberries Medical Corp. –con la que ya tienen proyectos cannábicos en Argentina–, y Sebastián Hochbaum, cofundador y director de FLA Ventures. La uruguaya Andrea Krell y su marido sudafricano, Kevin Nafte, completan ese proyecto. El cannabis llegó a este matrimonio a partir de una necesidad de salud y “después de meses de experimentación, búsqueda y acompañamiento de la mejora en la salud de Kevin, empezaron a explorar cómo podrían compartir esta experiencia con otras personas. Eso decantó en la idea, modelo de negocio y estilo de vida que llamaron YVY Life Sciences. Esta empresa uruguaya, de capitales locales y argentinos, se dedica a la investigación, cultivo y elaboración de productos sustentables de cannabis.

De chacra a spa.  “Desde hace tres años, con YVY, estamos buscando una propiedad para hacer un proyecto similar a uno que existe en California”, explica a PERFIL Facundo Garretón. “Dimos muchas vueltas y este año apareció. A través de contactos en común, y de otro de los inversores que conoce a Susana, se fue armando el diálogo hasta que pudimos concretarlo”.

El modelo californiano al que se refiere Garretón es, según lo explica, “uno que trabaja con pequeños granjeros, también capacitan –además de pacientes– a individuos que desean conocer de qué se trata la industria cannábica”.  

La reconversión de La Tertulia tendrá distintas líneas. “Estamos apostando a que sea un centro de bienestar, orientado a personas que quieran una consulta médica profesional para entender cómo funcionan los cannabinoides para lograr un bienestar; un spa donde se puedan utilizar distintos derivados de cannabis”, dice Garretón. “Todo se hará cuando la ley lo permita. Uruguay avanza en el cambio de sus leyes específicas, y uno de los temas que nos interesa y en el que estamos invirtiendo es turismo cannábico, como el que existe en Holanda, Jamaica y Estados Unidos. La posibilidad de ir a un hotel cannábico, donde tengas un restaurante con platos superelaborados a partir de cannabis, y una oferta de clínica y spa temáticos”.