“Quiero disculparme por viajar y no haber respetado las medidas de cuarentena”, dijo el príncipe Joaquín de Bélgica en un comunicado que exhibió su abogado. “No tenía la intención de ofender o faltarle el respeto a nadie en estos tiempos tan difíciles y lamento profundamente mis acciones y acepto las consecuencias”.
Una “fiesta ilegal” organizada por la alta sociedad de Andalucía terminó con el príncipe belga y otros 27 invitados contagiados de coronavirus. El festejo se realizó el 26 de mayo en Córdoba (España) como agasajo de bienvenida a Joaquín de Bélgica. Como integrante de esa discreta monarquía europea se emitió un parte oficial que confirmó que ese integrante de 28 años tenía Covid-19.
La información oficial detalla que el joven viajó a Madrid en un vuelo comercial el 24 de mayo y luego en el AVE (tren de alta velocidad) fue a Córdoba (Andalucía).
Por las restricciones sanitarias, exhibió un permiso de ingreso para que pueda realizar “prácticas empresariales” en España. Y fue a ver a su novia española, Victoria Ortiz Martínez-Sagrera, abogada de 28 años, e integrante de una familia dedicada a la agroindustria en Andalucía. Las autoridades sanitarias de España rastrearon y pusieron en cuarentena a todos los demás asistentes. Y se investiga qué otros contactos pudieron tener en los días posteriores a la fiesta.
Sanción. Dado el contagio de 27 invitados y la publicidad sobre el tema, la policía española investiga la “ilegalidad” del festejo dado que superó el número de asistentes permitidos en esa Fase 2 que atraviesa España. La normativa allí habilita reuniones de un máximo de 15 personas; ni siquiera en la Fase 3 se permiten más de 20 personas. Por este motivo, la delegación de gobierno en Córdoba calificó a “la fiesta del príncipe belga” como “totalmente irresponsable”, y se evalúa una sanción de hasta 10 mil euros.
“Me siento sorprendido e indignado (...) en un momento de duelo nacional por tantos muertos, se destaca un incidente de este tipo”, dijo al diario El País Rafaela Valenzuela, funcionaria del gobierno de Córdoba. “Fue completamente irresponsable, esa cantidad de personas multiplicadas podría causar un nuevo brote, y eso significaría que Córdoba, después de pasar a la Fase 2, tendría que dar un paso atrás. Es imperdonable.”