Al noroeste de Argentina, en la provincia de Jujuy, se encuentra la Quebrada de Humahuaca. A más de dos mil metros de altura, flanqueado por altas cadenas montañosas y cavado laboriosamente por el río Grande, se ubica este valle andino de 155 kilómetros de extensión.
En medio de aquella maravillosa geografía, a pocos kilómetros de Tilcara, un antiguo pueblo prehispánico, Huichaira, está siendo testigo de un viñedo de altura. Su impulsor, Alejandro Nieva, dialogó con Mundo PyME sobre el emprendimiento que próximamente llegará al mercado. “Hoy los vinos de Jujuy, en particular de la Quebrada de Humahuaca, son reconocidos por importantes críticos y por el mercado nacional e internacional, eso nos posiciona bien en el mapa del vino argentino”, afirma.
¿Cuándo y cómo nace la idea de producir vino en Huichaira?
Nuestro proyecto se concreta en 2014 a partir de la compra de nuestra finca en Huichaira ubicada a 7 kilómetros aproximadamente de Tilcara, en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy. A 2710 metros de altura, fue llamada antiguamente por nuestros vecinos “Sol de mañana”, ya que tiene orientación norte y esto permite que el sol la ilumine durante casi todo el día, algo muy beneficioso para la calidad de la vid, sumado a la amplitud térmica. El placer y disfrute que me provoca tomar un buen vino me motivó a soñar con producir un vino de alta gama, y ese sueño se está cumpliendo hoy con Huichaira. Junto con nuestros socios Alejandro Sejanovich y Jeff Mausbach, estamos por lanzar al mercado un vino de extrema altura sin igual.
¿Qué valor tiene lo regional para el desarrollo de la empresa?
Soy jujeño de nacimiento y de corazón, amo mi provincia y siempre pensé en promover su crecimiento. Mi historia familiar está ligada a todas las regiones de la provincia, mi madre oriunda de la zona de los valles y mi padre nacido en Maimará y criado en Tilcara. Recorrí de punta a punta mi provincia pero la Quebrada de Humahuaca me cautivo por sus pequeños valles entre montañas majestuosas de diferentes formas y colores, además de su gente amable, trabajadora y con una cultura milenaria. Todo eso se ve reflejado en nuestro vino.
¿Cuál es el principal desafío que atraviesa hoy el emprendimiento y cuáles son los objetivos a futuro?
Nuestro principal desafío siempre es el agua por ser un recurso escaso en la Quebrada, aunque logramos con trabajo de ingeniería abastecernos desde una vertiente de la montaña de Huichaira, pero esto en temporada de lluvias nos ocasiona saturación en los canales y problemas con el riego. Nuestro objetivo futuro es la construcción de nuestra bodega, que esperamos poder concretarlo en los próximos años.
¿Qué vínculo establecen con el cliente y cómo han incorporado la tecnología para facilitar esta comunicación?
Hoy, al no contar aún con nuestro vino, solo usamos redes sociales como Facebook e instagram (@huichairavineyard) para entrar en el mercado de la vitivinicultura y sus fans. La idea es allanar el camino al reconocimiento una vez que ingresemos en el mercado.
¿Utilizan alguna herramienta de financiamiento para el desarrollo del emprendimiento? En este sentido, ¿cuán importante considera que es para ustedes la posibilidad de obtener financiamiento accesible?
Si bien nosotros aun no hicimos uso de financiamiento, el gobierno de la provincia de Jujuy ha lanzado una serie de créditos para el sector muy beneficiosos que ayudaron a muchos productores y bodegueros (más de 7 bodegas en la Quebrada y otras tantas en los valles) a impulsar sus empresas que ya tienen su lugar en el mercado y necesitan de un empujón financiero para seguir creciendo. Se ha reconocido a la actividad vitivinícola a través de una ley de promoción provincial del 2017 que cumple con impulsar al sector.
Hoy, los vinos de Jujuy, en particular de la Quebrada de Humahuaca, son reconocidos por importantes críticos y por el mercado nacional e internacional, eso nos posiciona bien en el mapa del vino argentino.
