Se registraron en las últimas horas bombardeos y disparos contra una escuela y hospitales en el norte de Gaza, que albergan a refugiados por la ofensiva del ejército israelí.
Estas fuerzas matarán a militantes de Hamás si son vistos disparando desde centros de salud. Tel Aviv acusó a esos terroristas de utilizar hospitales, y en especial el centro Al Shifa, para coordinar sus ataques y también como escondites para sus comandantes.
El primer ministro Netanyahu, reiteró que su país no pretende gobernar ni ocupar la Franja de Gaza. Israel prometió “aniquilar a Hamás” en represalia por el ataque del 7 de octubre.
Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza mataron a más de 11.000 personas, sobre todo civiles. La ONU anunció que más de 100 de sus empleados murieron en el enclave desde el inicio de la guerra.
Según Estados Unidos, el gobierno de Tel Aviv aceptó hacer pausas humanitarias diarias de cuatro horas para que los civiles puedan huir al sur. Israel abrió el domingo un corredor de evacuación, pero los palestinos denunciaron combates persistentes a lo largo de esta ruta, que según datos del ejército y la ONU, fueron utilizados por 100.000 personas desde el miércoles.
