Las remodelaciones que se llevan a cabo desde hace casi dos años en Aeroparque y que siguen en proceso, delegaron el acceso a unas pocas áreas que no son afectadas por la construcción.
Esto se suma al gran aumento de vuelos en Aeroparque que, a partir de la pandemia, ganó viajes internacionales que antes partían desde Ezeiza. Esta combinación da como resultado largas horas de espera para abordar un taxi luego del vuelo.
Un viaje desde Córdoba o Entre Ríos hacia Buenos Aires dura aproximadamente una hora y muchas veces tarda más la espera de un taxi que el propio vuelo. Entre la falta de taxis, las reformas en el aeropuerto y las tarifas especialmente elevadas para turistas, la llegada y la salida desde aeroparque se complica.
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“Creo que los taxistas se arreglan para tomar la zona de aeroparque, yo voy muy poco y siempre hay complicaciones”, dijo un taxista entrevistado. En las pantallas del Aeropuerto Jorge Newbery indican al pasajero cuánto debe salir su viaje en taxi, en ningún momento el taxista usará su reloj y se podrá presentar una tarifa prefijada.
En la Ciudad de Buenos Aires circulan 28% menos de taxis que hace 6 años. Las licencias de los taxis salen 200 mil pesos y las apps de viaje se apoderaron del esquema. Uber tiene 75 mil conductores activos, el doble que los taxistas en ejercicio. Todo esto impacta en el precio de los taxis, quienes determinan los traslados desde Aeroparque.
