Cárceles privadas pueden ser una posible solución al problema del sistema penitenciario argentino

En medio de las elecciones muchos de los candidatos hablaron sobre el sistema penitenciario argentino. Esto generó debate en cuanto a la inoperancia del sistema en el país y como algunos de los presos continúan ejerciendo la actividad delictiva dentro del penal.

Algunos llegaron a mencionar que las cárceles deberían ser privatizadas con el objetivo de mejorar el sistema, y la administración económica de estos edificios..

Si las cárceles se privatizan los administradores, pueden cobrar al Estado un canon por la capacidad, el mantenimiento y funcionamiento de las mismas. Este sistema es cuestionado en algunos países, ya que consideran que las condiciones no solo no se cumplieron sino que habría agravado la situación.

Algunos de los estudios realizados sobre el funcionamiento de este tipo de cárceles, dieron a conocer que los derechos de las personas privadas de la libertad no mejoraron. La problemática del hacinamiento no se soluciona y las condiciones médicas habían empeorado.

En los países de la región el sistema más utilizado es el mixto, donde las cárceles tienen un sistema público- privado. El Estado se hace cargo de la seguridad, el trato y dejan otras cuestiones en manos privadas, en nuestro país por ejemplo la comida de la población carcelaria está en manos privadas .

Sin embargo, los datos y la realidad demuestran que tanto pública como privada en sistema sigue siendo poco eficiente en la reducción de la reincidencia y la baja de la criminalidad, sin políticas de fondo más sustentables.