En los últimos años se viene dando un fenómeno muy particular en la industria del cine. Se trata de la nostalgia por las historias ya contadas, las cuales vuelven en forma de reboots y remakes.
Actualmente es muy difícil que el público se interese por un producto si no lo conoce de antes. Es por esto mismo que las remakes son una inversión segura para las productoras, ya que apuntan a un público preestablecido, evitando no llegar a los espectadores.
Cementerio de animales y Amor sin barreras son solo algunos ejemplos. Además, en los reboots los nuevos protagonistas son apadrinados por los viejos héroes. De la misma manera, los padres llevan a sus hijos al cine para ver historias de su infancia.
Se estrena Bárbaro: "el film terrorífico del año" y RePerfilAr habló con su director Zack Cregger
Ahora, ¿Qué efecto tiene esto en las nuevas generaciones? Ellos buscan experimentar tendencias antiguas que son de su interés, por lo que las remakes los acercan a la cultura del pasado.
A simple vista podría parecer que las reversiones benefician a ambas partes. Los productores de las cintas obtienen ganancias mientras que los productores disfrutan del público. No obstante, los remakes fomentan volver a contar historias ya contadas y dejan de lado la creación de historias nuevas y originales.
