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Columna

Cruje el Gobierno

La voz de Martín Guzmán se impone. Busca mostrar la mayor austeridad fiscal posible. Como resultado se viene el impuesto a las grandes riquezas, que despierta dudas incluso en el oficialismo.

El gobierno se encuentra ante la necesidad de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para calmar un poco los mercados. Después de estos días en los que nuevamente se agitó la brecha entre el dólar blue y el oficial, el gobierno busca crear un sendero de confianza para que el Banco Central pueda empezar a recuperar reservas. Las propias ideas económicas de Martín Guzmán, el ministro Economía de Alberto Fernández, están poniendo mucha tensión en la coalición de gobierno, fundamentalmente entre la línea Albertito más puramente adventista y el kirchnerismo.

Esto se expresó con total claridad con el anuncio de que no va a haber un cuarto IFE. En estos meses de pandemia, la ayuda para los más relegados fue de 5000 pesos por mes, dividido en tres cuotas del IFE. Dicho ingreso familiar de emergencia llegó a un universo de más de nueve millones de personas. La pregunta era si va a haber una cuarta entrega antes de fin de año.

Todo parece indicar que las condiciones no han cambiado seriamente pero el Gobierno se sintió obligado por razones fiscales a quitar la posibilidad de que exista un cuarto IFE.

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Eso generó mucha resistencia en los sectores de La Cámpora y en la propia Fernanda Raverta, la titular de la ANSES, quien creía que había que pagarlo. En una nota con Ernesto Tenembaum, Raverta no definió en ningún momento que iba a pasar con el IFE y eso era porque esto era expresión del conflicto interno del Gobierno, donde había un sector que sí quería. En este conflicto, ganó la voz de Martín Guzmán que busca mostrar la mayor austeridad fiscal posible. 

También se va a acabar el ATP y además habrá retoques en la fórmula jubilatoria, donde no se garantiza que la misma este acompañando a la inflación. Esta nueva reforma que se propone para un futuro pone a la coalición de gobierno en un escenario muy incómodo. Es un escenario de ajuste a las cuentas públicas para tratar de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le dé cierta certidumbre al Gobierno, en este contexto cruje el oficialismo.

¿Y cuál es el resultado de esto? Que se anuncia que el cuarto IFE inmediatamente sale el anuncio que el martes que viene se va a discutir en la Cámara de Diputados el proyecto de Máximo Kirchner para el aporte extraordinario. Alberto Fernández dice que no es un impuesto, pero sí es obligatorio es un impuesto. Lo llaman aporte solidario de las grandes fortunas para hacer una recaudación extraordinaria.

Este impuesto despierta dudas incluso en Sergio Massa, quien lo tenía medio dormido. Pero después de los anuncios de que no habrá cuarto IFE, se viene el proyecto de Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados.