A principios del siglo pasado, la geografía de las sierras grandes de Córdoba dificultaba el traslado y las comunicaciones entre las poblaciones de los valles. Allí surge la figura del cura Brochero, una figura que buscó el desarrollo de la zona.
Sus pedidos fueron escuchados y allá por 1915 comenzó la obra que conectaría el valle de Punilla con el Traslasierra, finalizando en 1918, cuatro años después de la muerte del sacerdote.
El trazado fue utilizado diariamente hasta la década de 1980, cuando se inauguró una nueva ruta que conectaría Alta Gracia con Mina Clavero. Esto hizo que quedaran atrás más de 70 años de historia.
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Se trata de cinco puentes de hierro, piedra y madera que se transitan por un ripio angosto aunque el segundo de ellos merece una parada para apreciar una cascada, un muro natural de roca para escalar y para encontrar vestigios minerales.
“Esto es mica, un mineral que se usa como aislante eléctrico en componentes de electrónica. Cada aísla irradia 10 mil voltios”, aseguró el guía de la zona. Un camino inolvidable a 1400 metros de altura sobre el nivel del mar que cada uno elije con quien recorrer.