Decir que la educación es fundamental parece una trivialidad, y tal vez lo sea. Pero elevar los niveles educativos no está en la agenda cortoplacista argentina. La Universidad de Belgrano reveló datos verdaderamente preocupantes.
Solo el 24% de los argentinos de entre 25 y 54 años logró completar estudios terciarios o universitarios. Eso pone a la argentina en el puesto 36 de un ranking con 44 naciones, liderado por Canadá con el 61%, Japón con el 55% e Irlanda con el 53%.
Esto ocurre, entre otros factores, porque menos de 6 de cada 10 jóvenes completó el secundario. Otro indicador preocupante es que en 1950 uno de cada tres estudiantes universitarios en América Latina era argentino.
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Hoy Chile teniendo la mitad de la población que Argentina registra más graduados de manera anual. El balance final dice que hay varios problemas de origen: uno es el sistema de ingreso de alumnos y otro es la mala formación que reciben en ese nivel, con docentes que no están del todo formados para enfrentar situaciones difíciles.
Finalmente, una universidad rígida con carreras largas, algo que choca con la necesidad imperiosa de trabajar en horario full-time por la crisis económica que atraviesa el país.
