La ansiedad abarca un conjunto de emociones como el nerviosismo, la preocupación, el estrés y el miedo, y representa uno de los desafíos más significativos para la salud mental. En estos tiempos donde la tecnología tomó protagonismo estos síntomas también se pueden trasladar al uso del celular.
El primer signo de ansiedad al usar el dispositivo es escrolear excesivamente. Muchas personas utilizan esta conducta como un método de distracción, para desviar la atención de los problemas o conflictos personales.
Otra conducta ansiosa es el continuo uso del celular, en momentos poco adecuados, mientras se hace ejercicio, cuando se está en una reunión de trabajo, durante una cena familiar o cuando se debería estar durmiendo.
Estar constantemente pendiente del teléfono podría ser interpretada como una relación codependiente, pero con el dispositivo. Es una especie de apego emocional que podemos llegar a desarrollar con nuestros dispositivos tecnológicos.
Por último, la obsesión por contestar de inmediato todas las notificaciones que se reciben en el celular también revela una conducta ansiosa.
Esta tendencia lleva a los usuarios a mantenerse en una permanente comunicación sin establecer límites.
