A la crisis sanitaria por la pandemia, se le suma la crisis económica: hay poco dinero, mucha gente perdió su puesto de trabajo y aumentó la inflación. Por lo que el 33,4% de los hogares argentinos renunció a consumir algún tipo de alimento o eligió otras opciones para regular gastos.
Los productos cuya demanda bajó más son: la carne vacuna, lácteos y algunas verduras que sufren variaciones según la estación. Sebastián, un fiambrero, comentó que la gente busca los quesos más económicos, y de jamón piden bastante paleta, porque el jamón natural está más caro.
“Tuvimos que ir buscando algunas promociones en supermercados o algún contacto que haga ventas por mayor y de esa manera ir ahorrando un poco en los gastos”, expresó el carnicero, Miguel Maldonado.
Otra opción que tomaron muchos argentinos es la de ir a locales donde vendan productos sueltos y que tengan precios mayoristas. Giselle, vendedora de artículos de limpieza, expresó: “La gente compra mucho suelto porque se abaratan un montón los costos, llevando más cantidad les termina saliendo más económico”.