Según datos de la encuesta latinoamericana sobre discapacidad, el 72,9% de estas personas se encuentra sin empleo mientras que el 48% identificó su discapacidad como su principal dificultad para conseguir uno.
Los que se encuentran empleados ganan entre un 6 y un 11% menos que otros trabajadores que desempeñan la misma tarea. Además, presentan una tasa de informalidad más alta.
La diferencia social y laboral de género también se evidencia en la población con discapacidad ya que las mujeres desempleadas representan un 57% mientras que los varones conforman un 40%.
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Las personas encuestadas señalaron que, a pesar de contar con experiencia y aptitudes, suelen enfrentar diversas trabas a la hora de conseguir un trabajo. El 88,5% afirmó contar con estudios secundarios completos y experiencia laboral.
El acceso a los materiales de estudio también es otra barrera. Es el caso del 40,7% de las personas con discapacidad visual y del 21,1% de las personas con discapacidad auditiva.
El foco no se encuentra en solo ofrecer capacitaciones sino en que estás también sean accesibles. A pesar de la adopción de la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, hace más de una década a estas personas se les niega trabajar en igualdad de condiciones.
