El 10 de diciembre se va a cumplir un año de Gobierno de Alberto Fernández. Una experiencia muy singular para el poder en la Argentina por varias razones.
Por un lado, porque es gobierno de coalición en un sistema muy presidencialista como es el argentino y es un gobierno de coalición del peronismo. Muy acostumbrado a liderazgos fuertes como Perón, Carlos Menem, los Kirchner y Alberto Fernández que, como quedó demostrado en el reportaje que hicimos con Ernesto Tenembaum en Corea del Centro, está atravesando en su relación con Cristina Fernández de Kirchner el momento de mayor tensión desde que arrancó el Gobierno o de mayo distanciamiento.
De hecho, él dijo que hace más de un mes que no se ve con la ex presidenta. Ahí evidentemente aparece un punto de quiebre o por lo menos de tensión en la relación entre ellos, el momento en que Cristina Fernández de Kirchner difunde la Carta del 27 de octubre. Hace un llamado a la unidad, sin consultarlo con Alberto Fernández. Como si hubieses una convocatoria paralela a lo que estaba ocurriendo dentro del Gobierno.
Esa publicación de esa carta que generó fastidio o incomprensión de qué puede ser lo que la haya motivado evidentemente revela un momento de poco diálogo, al menos, entre ellos. Yo creo que la suerte de uno y otro sigue atada porque los dos dependen de la suerte del Gobierno. Pero hay un momento de tensión claro que se hace notar.
Tenembaum: "La relación entre Alberto Fernández y Cristina no fluye"
En este contexto, Alberto Fernández contesta o le dice a Cristina Fernández de Kirchner algo que es muy difícil que ocurra pero que es fuerte. ¿Qué dijo Alberto Fernández? Dijo: “Yo no creo en los personalismos”. “Quiero construir una coalición de gobierno que funcione más allá de los nombres”.
Eso es difícil que ocurra en un país como la Argentina pero, además es muy complicado con la forma de liderazgo que ha tenido el Kirchnerismo, y particularmente CFK que desde el fallecimiento trágico de Néstor Kirchner, ha construido un liderazgo muy personalista. Que es difícil que encaje en estos dichos de Alberto Fernández, que agregó: “No hay más perones. Perón hubo uno solo y ni Cristina Fernández de Kirchner es Perón”.
En ese contexto es difícil porque además pensemos que la familia Kirchner se ha alternado en el poder entre Néstor y Cristina. Sabemos que cada 2 años uno de los dos era candidato. Cuando dejaron Santa Cruz fue muy difícil la convivencia con los gobernadores hasta que llegó Alicia Kirchner.
En el imaginario kirchnerista la sucesión no era Alberto, era Máximo Kirchner. Es decir todo dentro del círculo familiar. Hay pocas cosas más personalistas que hacer correr un liderazgo dentro del círculo familiar.
Obviamente CFK tiene un liderazgo de tipo carismático que Alberto Fernández no tiene, pero lo que le propone ahora es un liderazgo donde dice: “Nos tenemos que correr todos un poquito”. Vamos a ver cómo sigue esta propuesta tan inusual del liderazgo que Alberto dice estar dispuesto a llevar adelante. Aunque muchos le dicen: “Este país no funciona así, tenés que hacer albertismo”.
