Un estudio de la Universidad privada de Brigham Young de EE. UU. señala que el modo nocturno no mejora el sueño antes de dormir. Se pensaba que el modo noche al potenciar luces anaranjadas y reducir la luz azul lograba no afectar la producción de melatonina en el cerebro ni tampoco interferir en los ciclos de sueño.
Los resultados de este novedoso estudio apuntan que no es sólo la luz azul lo que crea una dificultad para poder descansar o que empeora la calidad del sueño, sino que existen otros factores como la actividad psicológica que se genera cuando se escriben mensajes, deslizamos la pantalla o publicamos algo.
Hay mucha que la luz azul incrementa el estado de alerta y que sea más difícil dormir no existe una evidencia científica hasta ahora que lo pueda aprobar.
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Es importante pensar en qué parte de toda esta estimulación es por la emisión de luz frente a otras estimulaciones cognitivas o psicológicas. Eso es lo que explican los científicos que descubrieron este novedoso estudio.