Ucrania denunció nuevos ataques rusos que dejaron muertos en la región sureña de Jerson. El gobierno ucraniano de Volodimir Zelenski, se queja porque el apoyo militar de la OTAN en el este y sur tiene resultados limitados.
Kiev dice que "necesita más municiones de largo alcance" para destruir la retaguardia y logística rusa. Sin embargo esas armas llegaron a cuentagotas.
Las fuerzas rusas derribaron tres misiles ucranianos dirigidos hacia la península de Crimea. Ucrania intenta orientar las operaciones a esa zona estratégica para Moscú ya que es una posición que le permite abastecer a sus tropas.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu visitó a sus soldados y aseguró que "las fuerzas ucranianas se estaban agotando y que tienen cada vez menos oportunidades de alcanzar la victoria".
Mientras tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, supervisó simulacros de misiles balísticos de forma remota horas después de que Rusia tomó medidas para revocar su ratificación de un histórico tratado de prohibición de ensayos nucleares.
Las fuerzas rusas también estarían practicando un ataque nuclear "masivo" de represalia.