A partir de siete de la tarde de cada día, los comercios no esenciales deben bajar sus persianas. Es por ello que esta medida genera malestar en el sector porque acorta drásticamente el horario laboral, lo que deriva en la rebeldía de algunos empresarios que cuestionan y rechazan el nuevo límite impuesto ante el alza de contagios de coronavirus.
Video | La delicada situación del sector gastronómico a partir de las nuevas restricciones
En este contexto, Alfonso, dueño de una pizzería de Ramos Mejía, analizó la delicada situación del sector privado y del rubro gastronómico en particular. "Tenemos miedo de volver a fase 1, siempre está esa idea vigente”, aseguró.
“Nos está destruyendo la economía”, indicó el empresario para cuestionar la modalidad take-away y de delivery que no compensan la facturación que se podría tener con el negocio abierto.
Hojman, infectólogo: "La presencialidad se pudo haber preparado un poco mejor"
“Se está diciendo que puede haber un cierre aún mayor, eso nos afectaría muchísimo”, precisó. Esta es la imagen de uno de los locales que aún sigue abierto bajo la modalidad, lo que no significa que pueda cubrir los costos fijos del comercio.