Un día el mundo encerró a todos por la pandemia del covid-19 y uno de los grandes dilemas de las familias fue mantener los espacios personales. Desde meetings por trabajo hasta clases por Zoom, todos bajo el mismo techo. Sin embargo, hoy hay una solución, los módulos personales.
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“Nosotros nos centramos en el home office pero nos pidieron personalizaciones para ateliers, consultorios y gimnasios”, comentó Matías Sicardi, cofundador de Offis, quien luego completó: ”El uso lo da el cliente, nosotros nos centramos en garantizar la calidad de los insumos”.
Vivir en obra suele ser un sacrificio, sin embargo, estos módulos se caracterizan por su rápida construcción. “El más chiquito lo hacemos en 4x4 y el más grande es de 18 metros y se hacen con desperdicio mínimo de materiales”, explicó Santiago Fisher, cofundador de Offis.
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“Los módulos se pueden instalar en una planta baja o en una terraza, en un jardín también”, completó Sicardi. La virtualidad llegó para quedarse pero, si nos convocan al trabajo o simplemente nos arrepentimos, podemos desmontar el módulo y dejar tu casa como antes. Tu casa, tu mundo.
