Siete años se cumplieron este martes 18 de enero de la aparición sin vida del entonces fiscal de la Unidad Fiscal de Investigación Amia (UFI-Amia), Alberto Nisman, en su departamento de la torre Le Park en Puerto Madero.
Para la justicia, la principal hipótesis es que al ex fiscal lo mataron y que supuestamente fueron al menos dos personas que lo golpearon y le hicieron injerir ketamina antes de hacerlo.
En la misma línea, el escritor y amigo de Nisman, Gustavo Perednik comentó a este medio que "un asesinato es un hecho". "Los que hablan de suicidio no lo creen ni ellos tampoco". Esto se debe a que "prefieren decir eso para generar una confusión tal que haga desalentar a que la gente siga investigando".
El escritor aseveró que tras la muerte del ex fiscal, "hubo un intento de asesinarlo por segunda vez". "Fue agregar leña al fuego". La estrategia era, "desprestigiarlo por todos los medios, como una figura diabólica que no lo era", expresó.
Las pruebas más contundentes para Perednik son que: "Nisman fue golpeado antes de morir". "Ningún suicida se puede golpear a sí mismo en la pierna en los hombros, antes de morir; su cadáver fue movido, no había rastros de pólvora en su mano y la Bersa 22 siempre deja rastro, le quitaron todos los custodios justo el día del asesinato". Además "se montó un escenario para tratar de enchastrar la escena del crimen", indicó.
Mientras tanto, la causa judicial que oficialmente está centrada en torno a la hipótesis de que al funcionario judicial lo mataron, tiene cinco procesados y tiene al menos tres frentes abiertos. Una pericia informática, un incendio en la Casa Rosada y las declaraciones de ex espías y agentes de inteligencia. Estos son los tres procesos investigativos que están en marcha en el expediente judicial que está alojado en Comodoro Py a cargo del juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano.